la vida que no viví

no viví la vida que me hubiera gustado vivir
viví una vida equivocada, una vida para el culo
y ahora mi vida casi está concluida
¿qué otra me queda sino lamentarme de esta putada?
¿qué más puedo hacer si ya no tengo la fuerza
ni las ganas ni una jodida esperanza que me sostenga?
estoy amargado y viejo y más solo que un puto perro con sarna
me crujen los huesos cuando llueve y la tristeza me inunda
imagino la otra vida que no viví y el corazón me duele
imagino la mujer que no conocí y mi soledad se agranda
-una hermosa mujer de piel aceitunada y piernas largas
de sonrisa amable y tetas como balones de playa-
imagino que ella y yo vivimos en algún lugar del egeo
entre viñas y olivares y casas de paredes blancas
yo escribo mis poemas en una terraza con vista al mar
y mi chica se arrodilla en el piso para chuparme la verga;
cada dos o tres años yo publico un libro
y vendo cientos de miles de ejemplares y soy traducido
a más de 40 idiomas igual que el mariconcete de paulo cuello;
tengo unos cuantos millones en suiza y las caimán
y los abogados más hijos de puta de todo el hemisferio occidental
para que cuando mi hermosa nena se enamore de otro
y me ponga los cuernos con ese otro y me pida el divorcio
yo pueda arrojarla entonces a la puta calle sin derecho a nada
dos costillas rotas, un ojo morado y en las putas bragas;
y quedarme solo otra vez, allá arriba en la colina
-enfrentado a la dura alternativa de tener que escoger
entre una chica oriental o quizás una africana
para ocupar el lugar que ha quedado vacío en mi cama-
contemplando las luces del puerto junto al muelle
encenderse cada atardecer una a una como estrellas
de un cielo distante, solitarias, separadas entre sí
por millones de kilómetros de indiferencia