jueves, 4 de junio de 2015

LA MALQUERIDA

jueves, 4 de junio de 2015

Si caí

Ayer -el pasado me condena- cuando sobre mi cabeza caía el agua de la regadera, pensaba escribir: ¡Ya no puedo más! ¡Ya! ¡Dios, ayúdame carajo! eso nomás. Mi reputación me precede. Lograría escribir un texto corto. ¿Yo dije eso? Bórralo bórralo.
¡Albricias, MaLquEridA! Cierra el pico por un rato. Por un fin. El Ya no puedo más dictatorial. Tácito, cínico, descarado. Corto corto, largo largo.

Estuve a punto de llorar (ya saben porqué). Ojo, no lo hice. La Llorona lamenta sus esencias. Intento desterrar las lágrimas para no acabarlas. Quiero que los llantos deveras tengan un motivo para ser. Tal como las alegrías. Escasas, profundas, dramáticas. Que sean corolario de mis abyectas pretensiones de ser lo que quiero.
La verdad sea dicha, mi función en este mundo ha sido corrompida por el deseo de ser diferente. Yo sé yo sé soy diferente. Me refiero a otra diferencia -no pregunten cuál- que yo misma desconozco. Luego (el luego es a mí como el pecado a la penitencia o algo así) cuando lavaba el hermoso pelo de mi nieta pensaba en que el Ya no puedo más se ha convertido en mi grito de derrota. No soy igual que los demás. Mis loas son a la derrota viva. Gritar yo puedo porque callar no debo..

Ya no puedo más repetido en mi mente en los instantes en que más detesto al pp. Por las mañanas las ganas de vivir fallecen al momento de pisar el suelo. Imagino a mis pies como el tipo ese -disculpen la ignorancia que carga sobre sus hombros al mundo (no voy a consultar la wiki, hoy mi ignorancia no tendrá vergüenza). 

Y así. 

Me vestí. Hice lo mismo con mi hermosa. Me despeiné -yo no me peino, dejo que el pelo tome el camino correcto- peiné a La Bella. Ah no, mentira, hizo berrinche y no quiso pero como a la escuela no puede ir con el greñero suelto por aquello de que los piojos andan buscando terreno fértil pues ni modo niña. Te peinas o te peinas. Y se peinó. Dios de los niños berrínchudos, haz caso de mi en las mañanas, mis nervios lo agradecerán. 


La vida según su costumbre se fue dando. El tiempo pasó. Las horas flojas no tuvieron tiempo de descansar. Trajinando toda la mañana olvidé que el Ya no puedo -sin comillas porque me da la gana- existe. Natalia fue la más beneficiada con mi buen humor. La lleve un ratito al parque pero ay los tenis se ensuciaron de lodo. Dios de los cerdos, el lodo es difícil de quitar. ¿Cloro quizá?

Como sea estuvo contenta. Le compré un "cocholate", un juego de sirenas. Hicimos la tarea sin pelear. Ella me dijo: Duerme abuela, se ve que no dormiste bien. Ante esas palabras mis ojos cuasi cerrados se abrieron de inmediato. Alerta. Alerta ¿Por qué la niña quiere que me duerma si siempre llama la atención -cotorrito,cotorrito- cuando Morfeo quiere cerrar mis párpados benditos?

Estar cien por ciento enterada de lo que me rodea es un logro mayúsculo para quienes lo entiendan. Los que no pues no. Me ufano de los pequeños éxitos. Cascabeltos sonando a mi alrededor. Ay tilín tilín. Ay tolón tolón.

En el transcurso del día todo fue a mejor. Fui por La Bella. La llevé a sus vacunas. Sabe horrible dijo ella. Ni modo princesa, esto es así.
Pasamos por el parque. Quiso jugar pero Tlaloc -el dios de la lluvia- le ha proporcionado sendas palizas a las nubes gordas -amantes consuetudinarias- y estas se han puesto a berrear todo el bendito día. Tlaloc ejerce violencia doméstica y yo le aplaudo. Me gusta la lluvia. Claro sin daños a ninguno. 
La otra vez imaginé que la lluvia era porque las nubes gordas levantaban sin pudor sus faldas grises dejando caer sus... no no no no, no podía poner eso. Era demasiado escatológico. La agüita amarilla no es buena para nadie menos en forma de lluvia. Menos en un escrito. Les daría friki. NeXT. 

No lo tuitee. Ni modo, la razón predominó. Mi TL es muy decente. Me importa el qué dirán. ptm ¿Cuándo será el día en que deje de importarme lo que digan o piensen de mi? Instantes macabros de inmolación redundante. Esto no trata sobre eso. Consummatum est. 

Necesito descanso -no eterno todavía-. Quiero quedarme como rana en piedra, Croac croac. Quiero ser poeta - que no poetisa- de la que todos se enamoren. En los tiempos muertos suelo soñar disparates. Diva de los versos con rima y métrica avasallada por amores furtivos. Dime ¿Quién le escribe versos a un hongo, Reina? Las divas se limitan a sonreír y a hacer berrinches. ¿Quieres tú eso?

No me molesta el sol. No me hace daño el ocio. No me hace daño la vida. Amanece.
Vamos a despertar a Calixto.














3 comentarios:

  1. Gracias a ti que eres muy grande, querida amiga Flor de Maria. Besos, poeta.

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  2. Creces y creces más, con fuerza y sin pelos en la lengua.
    Me llegas justo a la diana de mi dentro y , ahí justo caigo yo.

    Enormes besos,

    tRamos

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