sábado, 28 de marzo de 2015

LA MALQUERIDA


sábado, 28 de marzo de 2015

Dos suertes y una esquizofrenia en reposo

Acusome padre de creer en fantasmas y dioses menores. 

No es para menos, los sucesos que han estado ocurriendo en mi casa en los últimos días son para salir huyendo pero como no tengo pa´ónde correr pus me calmo y como si nada pasara. (Las letras se mueven).

La cosa es así: 

Primero Barry oye voces pensando que soy yo. Nanay, no me culpen, yo estaba perdida en el tercer sueño. (Guarda la cordura para otros eventos circunstanciales)

 Luego: 

Oigo que alguien sale de la recámara deshabitada de Bruno. Pasos calmos llegan -¿Por qué digo llegan?- a las escaleras y comienzan a bajar. Solo dos escalones y se detienen. (Punto final. Hay fantasmas rondando las esquinas). 


Despuecito, otro día:

Natalia no sabe -es niña por dios- que en mi cabeza de esquizofrénica disoluta -ay no, eso se leyó muy feo. Mejor sin disoluta- los tambores retumban en las noches de sueños vulnerables al hastío, dejando sin dormir este cuerpo de amaneceres dudosos. (Es de día, el sol me lo restriega meticuloso en las pestañas).

 -¿Cómo has dormido mijita? 
-Bien abuela, pero los tambores no me dejaron dormir. 
-¿Eh? 
-Los tambores de tu cama, abuela, hacían mucho ruido. 
Mi hermosa niña oyó en sus sueños los tambores imaginarios de su abuela. Ella no sabe que los escucho y sin embargo... (Sustitos.com).

Peccata minuta.

Acúsome padre de creer que los espíritus fugitivos del descanso eterno que El Vecino Asesino expulsa de las mentes débiles que lo consultan, andan haciendo trastadas en mi casa. Mi mente tercermundista piensa en ello cada noche que la cabeza intenta descansar en la panza mullida de la almohada. ¿Qué está pasando? 

El domingo anterior -saliendo de casa tempranito - encontré de frente y sin aviso al vecino asesino. Traía en los brazos -caminando como podía- el cuerpo cuasi sin fuerzas de la chamana. Bruja mayor, esposa del vecino quien funge como diosa omnipotente ante seres de poca fe que le rinden pleitesía en pagos bastante gordos. (Dime de qué sufres y te diré cuánto sale la consulta)

Así las cosas. 

Los entes expulsados visitan mi casa. Yo no creo en eso -creer deveritas deveritas, no- pero de que algo está pasando es más que seguro. Algo inexplicable que mi mente escasa de disertaciones halagüeñas se resiste a creer. (En mi casa habita un fantasma)

 'tonces,

Por aquello de las recochinas dudas, tengo en la entrada de la casa una sábila poderosa ahuyentadora de malos presagios y fantasmitas extraviados. Me falta ponerle moñito rojo pero se me perdona porque soy nueva en esto. 
Ignoro si hay otro escudo protector pero por vía de mientras con eso es suficiente. (Escápate de los fantasma y en otro acaso, Escápate de ti)

En corriendito:

Mucho me temo que a mi regreso a terapia, la señorita médica vestida cual Sherlock Holmes tendrá otra locura que atender.(Onomatopeya del alma, deshazte de mi antes de volverte loca). 

Acúsome de no guardar la cuaresma y de comer carnitas en época de crisis.

Fin.

Para soslayar el tiempo entretengámonos en conejitos encerrados en el armario. (Contemos hasta diez).

Acaso más...

Si alguien pregunta, digan que soy una historia inventada por mi. Mujer con mente de teflón, buscadora de amores tardíos con ojos limpios detrás de la mentira.
Seré salva.
No tendré encerrona con los locos en la casa de la risa sin chiste. (Eres una flor escondida entre los guijarros de la vida).










No me mires a los ojos porque te puedo decir que si.











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