JOSE VILLA

CÓMO TE PODRÉ OLVIDAR


ya no es amor ni nada
que se le parezca
-como quizás una rara obsesión o alguna de esas otras
turbias anomalías mentales a que los poetas
parecen hallarse congénitamente predispuestos-
a veces incluso me da por pensar
que no queda ya gran cosa tampoco
del tipo aquel que yo fui cuando
ella fue el centro de mi vida
-ese estúpido ingenuo que creía
que sin ella la vida ya no podría continuar-
y si bien es cierto que durante los primeros meses
después de que rompimos las pasé cabronas,
pese a todo nunca la llamé ni pensé
en hacerme el encontradizo con ella y solo
para dar mayor énfasis a mis poemas ocasionalmente
en uno que otro pude incluso
llegar a declararme dispuesto a suicidarme por su causa;
ahora en todo caso estoy seguro que
si me topara con ella mañana en la calle o donde fuese
me haría de plano el distraído y fingiría
que ni siquiera la vi;
lo cierto es que me chupa un huevo
saber qué hace, con quién anda o si
pudo al fin curarse del acné;
para mí es como si se hubiera muerto
como si no existiera, como si nunca
me hubiera hecho sentir que al asomarme
a sus ojos podría contemplar la cara del hijo de puta
que está allá detrás del último confín del universo
moviendo los hilos de toda esta mierda
¿por qué no puedo entonces aun habiendo ya
pasado más de un año sin vernos, olvidarla?
¿por qué cuando en las noches pierdo el sueño, su recuerdo
vuelve a salir como un gusano reptante de entre
la bruma de las cosas ya dadas por perdidas y
me clava de nuevo las garras en el corazón?
¿por qué la luz de sus ojos sigue aún siendo
lo que causa mi sombra, la razón absoluta
del eclipse perpetuo en que vivo sumido?
¿por qué no puedo olvidarte, mi pequeña niña triste?
¿por qué, aurorita, por qué no te sales de una puta vez
para siempre de mi mente, abandonas mis neuronas, borras
todas las huellas que marcaste en mi historia, te hundes
para siempre en el fondo del más
negro abismo, te desintegras en la oscuridad de
la noche más lóbrega, te vuelves
simplemente nada, y así permites
que pueda ya curarme de este puto amor maldito?