JOSE VILLA, de Mundo poesía.

DE ESOS POEMAS QUE UNO SÓLO ESCRIBE POR ESCRIBIR
me enamoro en promedio
una vez cada 8 años
así que tomando en cuenta
que me enamoré de aurora hace 3 años
-ella me mandó a la mierda hace uno-
me quedan por tanto aproximadamente
todavía otros 5 antes de volver a enamorarme
otros 5 jodidos años antes de encontrar una tipa a quién querer
casi dos mil días de vivir sin el calor de una mujer
y de que cada vez que no soporte ya recetarme otra paja
no me quede sin embargo más que la opción
de meterme a un hotel a cogerme una puta
dos mil días de sentir que mi vida es una mierda
que nada vale la pena y mejor sería estar muerto
dos mil días de lamentar haber perdido a aurora a pesar
de ser ella una mujer fea y poco aficionada al sexo
5 putos años alcoholizándome y escribiendo
inútiles poemas de hundimiento y desesperación
incontables noches futuras de insomnio y desaliento
y cajas y cajas de putos antidepresivos
y quizás un viaje al tibet para intentar hallar
la serenidad perdida y un punto de luz en medio de la oscuridad
y a lo mejor en el tibet los putos monjes me drogan
y después de drogarme me obligan a chupársela uno a uno
y luego me ponen de culo y me cogen uno por uno
los putos degenerados aquellos
y me mantienen drogado durante semanas enteras
dándome sin pausa por el culo una y otra vez
los asquerosos cerdos con sus caras de apacible mirada
5 putos años siendo sodomizado en el tibet
traído y llevado de un monasterio a otro como vil prostituta ambulante
¿cuándo voy a tener tiempo de ponerme a escribir poesía?
¿cuándo me quedará un minuto para lamentarme de mi suerte?
drogado todo el tiempo y sometido a interminable vejación
y al término de los 5 putos años quién sabe si me dejen regresar
los lujuriosos animales de cabeza afeitada
y quién sabe los efectos que podrá haber ya causado en mí para entonces
la constante y sistemática sodomización
una experiencia tan devastadora como auschwitz
la pérdida total de la dignidad humana
probablemente ya no habrá forma de recuperarme
al final me imagino que terminará gustándome ser frecuente objeto
de deseo sexual y enculamiento por parte de aquellos protérvicos demonios 
me quedaré en el tibet para siempre
me haré viejo y pasaré mis últimos años en una cabaña
construida al pie del himalaya y quizás antes de morir
vuelva a escribir poesía y la contemplación de la nieve
me inspire lo suficiente para componer unos pocos buenos poemas

pero no de amor