jueves, 26 de junio de 2014

JOSE VILLA


una de esas noches



teníamos todo el jodido día tomando 
y eran ya las 2 a.m. pero aquella puta 
se seguía empinando los tequilas como agua

y yo estaba ya bastante ebrio y cachondo

todo el día tomando pero aquella perra al parecer
no había tragado todavía suficiente alcohol

"pinche villa, eres más cabrón que bonito"

ebrio y caliente y cabronamente urgido 
de ponerla a gatas y clavarla por el culo

"pinche villa, pide otra puta botella" 

muy urgido y nomás me quedaba 
el dinero justo para el cuarto de hotel
y un six pack de cerveza para la puta cruda del día siguiente

"pide la pinche botella, pendejo" 

pero yo argumenté que ahora 
lo que debíamos hacer era ir a buscar
un pinche cuarto donde meternos a culear toda la noche

"pide la pinche botella, hijo de perra" 

el trato había sido dos botellas y luego 
irnos a culear como dos puercos lo que quedara de noche
a cualquier jodido hotel de por el rumbo

"¡tú pide la puta botella y yo después 
me meto debajo de la mesa y me pongo
a chupártela hasta que te corras, pedazo de mierda!"

y hacía ya mucho que nos habíamos tomado 
las dos botellas y luego otras dos más
y el dinero que me quedaba apenas alcanzaba ya
para alquilar un cuarto y comprar
un six pack de "modelo" bien frías para contrarrestar la puta resaca al amanecer

"sacate la verga y me meto
debajo de la mesa y te la chupo pero 
por lo que más quieras deja ya de chingar con tu puto hotel"

¿pero qué pendejo va a preferir
 que se la mamen de prisa por debajo de la mesa
en la pinche cantina mejor que meterse a culear 
tranquilamente en la cama de un cuarto de hotel
no importa que sea de quinta y ni siquiera tenga cuarto de baño?

"pide ya la maldita botella y déjate de pendejadas,
jodido poeta maricón de mierda"

un prolongado y concienzudo coito
llevado a cabo con toda la parsimonia del mundo
al amparo del anonimato brindado 
por el anodino e impersonal entorno
de un cuarto de hotel de mala muerte situado 
en un barrio proletario donde nadie se mete con nadie a no ser 
que vayan a buscarte expresamente para ajustarte las cuentas

"una puta botella y una cajetilla 
de marlboro rojos, pinche villa,
y yo me meto enseguida debajo de la mesa 
y te practico dios mediante aquella felación que te cagas"

total que pedí la pinche botella 
y los marlboro y ella siguió 
dándole al trago y echando humo 
como una puta locomotora descompuesta y yo me quedé
sin cuarto de hotel y con los huevos hinchados 
y sin culeada y sin cerveza para la puta cruda del día después

la botella se acabó en menos de media hora 
y luego ella dijo que tenía que ir 
a tirar las aguas pero que regresando
se metía directamente debajo de la mesa a chupármela
y que me la iba a mamar hasta que me pusiera a eyacular sangre

nunca volvió del baño, claro
y fue así como yo me quedé
esperándola como pendejo hasta que cerraron la cantina
y luego me fui caminando de regreso a mi casa

-no siempre se sale uno con la suya-

menos mal que aun me quedó el consuelo 
de haber podido escribir
este hermoso poema al respecto 

¿no crees? 

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