domingo, 27 de abril de 2014

NEORRABIOSO

domingo, 27 de abril de 2014

TROYA LITERARIA (618): Dumas hijo contra Flaubert y viceversa


Dumas también compartía la mesa, con mucho gusto, con el joven Maupassant, al que lamentaba no haber podido formar: "¡Ah!, si hubiese tenido en mis manos un valor semejante, hubiese hecho de él un moralista." Flaubert había intentado hacer de él un artista. "¿Flaubert?", decía Dumas. "Un gigante que derriba un bosque entero para construir una caja... La caja es perfecta, pero ha costado demasiado cara." Flaubert, por su parte, gruñía:

El caballero Dumas apunta a la diputación... Alejandro Dumas esmalta los diarios con sus preocupaciones filosóficas... En el teatro, lo mismo. No se preocupa por la obra en sí, sino por la idea que quiere predicar. Nuestro amigo Dumas sueña en la gloria de Lamartine, o mejor aún, en la de Ravignan. Evitar que se levanten las faldas se ha convertido en una obsesión para él...

Es lógico que la furia moralizadora de Dumas exasperara a Flaubert: "¿Qué pretende? ¿Cambiar al género humano, o escribir cosas bellas, o llegar a diputado?" Flaubert hablaba con desprecio "de los procedimientos de gran hombre, de las recomendaciones al público que hieden a Dumas".


ANDRÉ MAUROIS, Los tres DumasObras Completas VII, Plaza & Janés, Barcelona, 1965, págs. 511 y 512

Una reflexión de TOÑO BENAVIDES


No sé qué otra poesía puede hacerse que no sea “de la experiencia”. Burroughs lo dijo de otra manera: «Sólo hay una cosa sobre la que un escritor puede escribir, lo que tiene delante». Ahora bien, si la etiqueta ha de ser una excusa para escribir como quien le cuenta su vida al vecino en el rellano de la escalera, me cambio de casa; porque entonces para qué un instrumento tan complejo como el lenguaje; podríamos limitarnos a la Literatura por tam-tam o en morse. Creo que la poesía consiste en la construcción de máquinas para la exploración subjetiva de la realidad. Al publicarla declaramos que es también un intento de comunicación, por eso busco un equilibrio entre ambos objetivos. En un mundo que cada día me parece más extraño, más aterrador y más fascinante, un poema debe funcionar como un artefacto amplificador-comunicador de experiencias, para cuya comprensión no basta el simple enunciado, ni siquiera como recurso parcial. Un poema que se conforma con la mención contemplativa a través de la sonoridad corre el riesgo de enmudecer, por cobardía o falta de imaginación, en las garras de todo aquello sobre lo que no habla.


TOÑO BENAVIDES, Facebook, 27 de abril de 2014 (AQUÍ)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...