me gusta asomarme a verte

cuando estás sentada cagando
con la vista fija en el dibujo romboidal que las losetas
forman sobre el piso no muy limpio del baño
tus piernas flacas, las rodillas casi juntas
los pies descalzos, un codo apoyado en una pierna 
y el cigarrillo distraído humeando en la boca
ese aire ausente como si recordaras
lo que precedió a estar allí, apartada por un corto tiempo
del flujo de la corriente de los días
sacándote de encima una parte de la mierda 
que el simple hecho de vivir vierte en el cuerpo
aunque probablemente más que recordar ningún asunto
aprovecharás para poner la mente en blanco
y sólo pulse en tu cerebro un mínimo latido 
mientras sigues con los ojos la línea zigzagueante
que se trenza de un rombo a otro hasta alcanzar la pared
y se tuerce luego en dirección al techo
no se me antoja entonces poseer tu cuerpo
ni entiendo muy bien qué busco al ejercer de mirón
quizás me empuje una especie de residuo 
de aquel motivo morboso de mi infancia
que entonces me llevaba a curiosear bajo las bragas
de mis pequeñas compañeras en el kinder
¿me turbaba entonces la sospecha de un probable misterio
que acechaba oculto detrás de aquellas anodinas rajas?
ahora, ya casi un viejo de sexualidad extinta
supongo que no tengo justificación alguna para espiarte
he visto lo suficiente a lo largo de los años
y sé que las mujeres entran al baño y cagan igual que uno
y mean y se rascan los sobacos y se rascan el culo
y a veces despiden olores que recuerdan el olor
que surge de las cañerías obstruidas del lavabo
y no hay misterio ni un túnel que conecte el interior de la vulva
con algún espacio etéreo y sublime de la quinta dimensión
sólo carne y tejidos y un humor agridulce
ciertas zonas sensibles que estimula el coito
una tendencia a mojarse si por ejemplo les dices
"mira el collar de perlas que te compre, chiquita"
y la pasmosa facilidad de salir preñadas el 90 % de las veces
por el más hijo de puta de todo el vecindario