viernes, 3 de enero de 2014

TOMÁS RIVERO. POETA.




MIÉRCOLES, 1 DE ENERO DE 2014


Amor

Amor que se consuma
¿termina?
No me voy solo
cuando salgo de vos.

Me llevo una parte
de ti tan mía
que no puedo
dejar de ser tú.

Ante mí
la dicha permanente
de un hombre sin acabar.

LUNES, 30 DE DICIEMBRE DE 2013


Citas desinteresadas: Tomasito

Compongo con una guitarra del Lidl:
50 pavos con afinador y todo.
Y el día que tenga frío la echo
a la candela ligero.

DOMINGO, 29 DE DICIEMBRE DE 2013


Blues: Lonnie Johnson

Ya son las doce. Sonny Boy Williamson, presenta a su compañero:
Lonnie Johnson. Era de  Nueva Orleans, Luisiana.



Con esa precariedad

Con esa precariedad de las cosas que duelen
los órganos del cuerpo dan aliento
o sustento para seguir latiendo
con esa brevedad,
así, pacientemente, añadiendo al grumo sanguíneo
granitos de maíz, de arroz, de seda resignada,
periódicamente en el paisaje busco el alimento dócil
que benévolo, a los mansos nutra.

SÁBADO, 28 DE DICIEMBRE DE 2013


Citas desinteresadas: René Char

A todas las comidas comunes invitábamos a la libertad a sentarse
con nosotros. El lugar continúa vacío pero el cubierto continúa puesto.
...................................................

Curar el pan. Sentar a la mesa el vino.

VIERNES, 27 DE DICIEMBRE DE 2013


Silencio

Aturdido por el silencio del bosque lanzó una piedra contra la lluvia y el viento la empuja un poco y cae al suelo rueda y no se levanta inmóvil espera que aún la ayude un poco más y vuelvo a lanzarla contra el árbol más cercano se eleva como ala rota y cruje entre las ramas cae una ramita seca y queda inmóvil en el suelo esperando que la levante y la ponga verde más verde más verde grita y sus gritos se unen al silencio a la piedra al viento a la lluvia. Un poco más lejos tengo otra piedra a la vista. Y de repente no hay árbol esperando en el bosque. Y el bosque se borra lentamente. Yo tengo en la mano una piedra.


LUNES, 23 DE DICIEMBRE DE 2013


Epíteto muy arbolado

Corindón o esmeril pedernal
la chaira recorre los filos de la carne
magulla y gorgorea
hacia la oreja enfila la aguda punta
a escasos centímetros
quiebra
brevemente merodea
luego acaba hiriendo
donde la sangre brota con un gemido
de peces que se ahogan

de aspas y hélices fraguándose
en un murmullo de abanicos

proveniente de esa zona de la garganta
hecha cuna un instante
hecha cueva de oscuros y silenciosos pasillos
habitáculo donde mora el vital veneno.

Y muere misteriosamente.

Acaba en ese instante de bramantes
que exigieron el oscuro filo
para derramarse al vacío encerado

de un embadurnado hilo meciéndose

p
 é 
   n
     d
       u
         l
          o

de anímicos cuajos:
todas las maderas sangran
como una garganta sin voz.




JUEVES, 19 DE DICIEMBRE DE 2013


Blues

Ya son más de las doce, son más de las trece. Casi las catorce. Últimamente me levanto tarde por razones personales que no vienen a cuento y los blues de las noches se presentan con doce horas de retraso. Este blues se lo dedico a mi compañera. A ella. Este blues de mi querido y admirado Rory se lo dedico a Lola, que me estará escuchando, a Bipolar que me estará viendo, a las amapolas que nacerán esta primavera. A Nines, que quiere leer, leer. A Carmen Muñoz que comparte admiración por el bluesman irlandés. Al ruido. A la furia. Este blues está dedicado a las personas que me quieren, porque sí, porque también, por qué no. A Juli, a Manoli. A Anxo Manoel, que no para de hacer blues. A David, que hace música, incluso cuando te mira. A los cinamomos que dejamos en el pasado como si fuera pasado. A los cuervos que vuelan sobre los vosques buscando la b que les llene el buche, ahora que las heladas queman los alimentos. A Xela, que me regala blues. A Jorge, que los hace con la palabra. A los pobres. A los asalariados, que también son pobres. A Lenin que siempre se equivoca, porque no supo salvarnos. A los barcos de pesca. A los peces. A la contradicción de ambos. A Trostky que sufrió las consecuencias. A mi admirada Soco. A mi querido Eloy Sanchéz, que tiene un blues en forma de libro. A Maricarmen, que este año la han despedido de su empresa después de cuarenta años de duro trabajo, y aún así sigue sonriendo. A los que se me olvidan porque no me da la gana recordarlos. A una novia que tuve alemana. A mi madre que le canto blues y sonríe. A Jose, que trabaja en el diario El Progreso, hace fotos y camina también por el blues. A Fina, que tiene un blues con su nombre, pero ella no lo sabe. A las putas amapolas que son rojas y las quieren teñir de llanto. A los que se me olvidan porque no quiero que su recuerdo me haga sufrir. Al tren. A Miguel por su blues de este verano. A mis muertos: tengo unos cuantos cientos, muy cerca de mi historia. A los poetas que me enseñaron a vivir, sin ellos sería un ser mucho más jodido de lo que ya lo soy. A Félix G. porque lleva un blues dentro. A Ángeles Cortizas, por compartir cientos de blues. A Ana Torres que tiene blues en la cabecera de su cama. A Manuel Fernández, que me enseñó que una mirada es otra verdad, siempre distinta a la anterior. A la mentira y a la verdad, que caminan siempre juntas, siempre van en pareja. A los que nunca mienten. A mi vida, que se merece el reposo de muchos blues. A ella que quiere compartirla conmigo. A la verdad, porque es revolucionaria. A los árboles. Al viento, que gracias a él los árboles dejaron de ser sordos y recuperaron el habla. A Inés González, que también sabe de blues. Y a todos los amigos que sabemos que nuestro mejor tiempo ha pasado y el futuro se presenta negro como los cojones de un grillo. A José Horacio Martos: grande. A Amelia Fernández, prima chiclanera. A Alejandro, un electricista que fue Secretario General de CC.OO. en el cinturón rojo de Madrid, y sigue de electricista. A los que se me olvidan porque mi memoria se llena de cadáveres. A los obreros de la construcción que ahora son burbujitas en las olas del mar. Al Blues.

MARTES, 17 DE DICIEMBRE DE 2013


El poeta a su musa

A la playa de mi niñez,
inmensa antesala
de un mar interno

¡DAME UN VERSO,
DAME UN VERSO!
ESTÁS CONDENADA
A PRONUNCIARME.



83 seguidores

Estos ochenta y tres seguidores que tengo
qué buscarán
a quién de mí persiguen
del que no soy consciente.
Tener un yo de mí que ellos siguen
me produce inquietud,
ya me gustaría conocer,
¡¡cómo no!!
a ese que no conozco
y que también está en mí.
¡¡Caray!! sería un placer estrecharle el abrazo
al que no existe en mí. O sí.
Meter mi brazo abierto en su mano cerrada.
Se proyecta para crear.
Caray!! enfrentarse a un espejo
con síndrome de Zelig.



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