lunes, 30 de diciembre de 2013

NEORRABIOSO

lunes, 30 de diciembre de 2013

Veintisiete tuits


• • • • • La mejor prueba de la buena calidad de este planeta es lo que le está costando al capitalismo destruirlo.

• • • • • El rebaño no es más que el miedo de las ovejas a su disparate de variedad y complejidades.

• • • • • Enemigo de los que piensan que la templanza es una virtud.

• • • • • Si fuera por cualidades reales, los poetas no ligaríamos nada. La poesía es nuestra arma y nuestro dopaje.

• • • • • El futuro es de los que no tienen paciencia para esperar al futuro.

• • • • • Me dejan frío las mujeres sin capacidad para hacerme daño.

• • • • • No soy más que una fábrica masiva de pájaros volando.

• • • • • Siempre que estoy entre artistas me nace la impresión de estar en un orfanato.

• • • • • A ver quién se atreve a decirle a Dios que somos nosotros los que no existimos.

• • • • • Todos los consejos que los mayores me dieron en la infancia tenían como único objetivo asesinar a mi niño.

• • • • • Soy de los que siempre mira el último peldaño de la escalera y le aburre tener que empezar a subirla por el primero.

• • • • • Otros no quieren que se les acabe la paciencia, pero a mí lo que me preocupa es que se me acabe la impaciencia.

• • • • • Más peligrosas que las que te estallaron en la cara, me parecen las mujeres aparentemente inofensivas cuyo fuego se va encendiendo lento y silencioso.

• • • • • Así ella. Nunca dejó de iluminarme por más que traté de apagarle la luz.

• • • • • Aplicado a una manzana o a una pera, es un verbo que entiendo. Pero aplicado a mí, imposible. Qué significa "madurar".

• • • • • La cartera vacía y el cerebro lleno.

• • • • • No creo que existan las respuestas, existen tan solo preguntas que derivan en nuevas preguntas.

• • • • • Por eso quiero correr más que la luz, para volver a estar contigo en Astrabudua el día en que estallaron todos los adjetivos en flor.

• • • • • Puedo asegurarlo. El corazón sigue latiendo una vez machacado.

• • • • • Lo único que hemos socializado es el egoísmo.

• • • • • No conozco a nadie que viva en este mundo con buena conciencia y si existe no creo que sea buena persona.

• • • • • No amaré más y seré inexpugnable.

• • • • • Se me están empezando a acabar las ganas de enfadarme conmigo mismo.

• • • • • Una derrota más y rompo las leyes de la probabilística.

• • • • • Todas las mujeres que amé trajeron el desorden a mi vida. Por eso te digo: desordéname.

• • • • • Se ama mejor en macho alfa y sin fijarse demasiado. Si te “concentras”, la chica nota pronto tu típica ansiedad de macho epsilon y te deja.

• • • • • Estoy convencido de que le echan alguna sustancia a la tristeza, es increíble, nunca me sacia.


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TROYA LITERARIA (604): Arturo Bolívar contra Vargas Llosa


¿Por qué un lenguaje en el hacer literario no alcanza a ser poético y da la “sensación de chatura”, por muy trabajado que esté y muestre acabado dominio de ciertas estructuras técnicas? Porque está condicionado, castigado constantemente, a un referente falso, sesgado, y no tiene un vínculo coherente con la realidad que le pueda dar un respiro de vida. El escritor Cronwell Jara era honesto al contestar por qué no le gustaba la obra de Vargas Llosa, “porque siento que es un autor muy frío”. Y esa “frialdad” se produce cuando el recurso técnico en lugar de serlo para representación o deslumbramiento de los elementos del mundo real, está sesgado, muy cargado ideológicamente en guiarnos por una realidad que sólo es la realidad interesada del autor, que sólo son sus “demonios” antipopulares y antirrevolucionarios. Ninguno de los autores arriba mencionados por Gutiérrez, más allá de su gusto personal, y de la definida concepción burguesa o hasta aristocrática de algunos de ellos, especialmente los primeros mencionados, trabajan la técnica desvinculada de ciertas verdades humanas o sociales. Marcel Proust por ejemplo, uno de los inauguradores del monólogo interior y el psicologismo en literatura, no sólo pinta vivencias profundamente humanas, sino que desnuda los comportamientos y los procesos sociales decadentes de la aristocracia francesa de comienzos de siglo XX a la que pertenecía. No se trata de que por pertenecer a cierta aristocracia social se descalifique automáticamente una obra. Se trata de ver que a pesar de ello prima la honestidad del autor con su creación artística, su auténtico genio artístico no le permite, fuera de su conservatismo político personal, dejarla trasuntar a la obra, sistemáticamente, como hace Vargas Llosa. Toda la historia de la literatura y el arte nos demuestra que las obras que han permanecido, que han contribuido a la construcción humana y social, han dependido de esa relación. Sólo desde las clases en ascenso, y en las condiciones económicas, sociales, culturales y políticas que se ha desarrollado con el capitalismo, esa relación la puede asumir el escritor o el artista desde posturas conscientes, desde posturas que abogan por el cambio social que reclama, en su agotamiento, el propio sistema existente.


ARTURO BOLÍVAR BARRETO, La literatura de Vargas Llosa en el diván, Rebelión, 30 de abril de 2013. Todo el artículo AQUÍ
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jueves, 26 de diciembre de 2013

Veinticinco tuits


• • • • • Eso de que lo importante es el camino y no la meta lo sostenemos sobre todo los que nunca alcanzamos las metas.

• • • • • Creo que me odia tanto que hasta me devolvería todos mis besos.

• • • • • Lo de aprender a aceptar las derrotas lo dejo para 2014.

• • • • • Valiente mierda el amor donde un solo fallo vale más que un millón de aciertos.

• • • • • Pienso que el amor, el arte, la política y la religión no son más que trampas descomunales que nos tendemos para entretener a la muerte.

• • • • • Los buenos amores producen mala literatura, los malos la producen buena y los peores te quitan las ganas de escribir.

• • • • • TAREAS DEL POETA PARA 2014: Fabricación de las primeras orejas mundiales con forro especial para resistir a los que te dicen la verdad.

• • • • • Si pedía perdón sin venir a cuento es que se estaba preparando para hacerte daño.

• • • • • El mejor odio sería el olvido. Pero cómo.

• • • • • Confunden la brillantez con la inteligencia, la elocuencia con la profundidad, la metáfora con el concepto.

• • • • • La pasión te perdona la falta de poesía.

• • • • • Son artistas del futuro porque leen de otra forma el pasado.

• • • • • Dudo mucho de que la filosofía sea un camino hacia la felicidad y hasta me atrevo a decir que son más felices los que viven sin filosofar.

• • • • • El problema de las academias es que es casi imposible enseñar a alguien a sorprenderse o maravillarse por las cosas.

• • • • • El beso no es natural. Tenemos órganos perfectos para el coito, el abrazo o el apretón de manos, pero el beso siempre se topa con una nariz en medio

• • • • • Ya decía Salustio que solo hay dos caminos para el ambicioso: o hacer cosas dignas de figurar en los libros o escribir los libros mismos.

• • • • • Prefiero la memoria selectiva al olvido sistemático.

• • • • • No era feo, simplemente fracasaba visualmente.

• • • • • No entiendo al poeta que tiene los pies en la tierra. El poeta que yo veo tiene los pies en destierra o en luna firme.

• • • • • Al amor hay que conducirlo las veinticuatro horas del día. No se puede dejar en piloto automático. Aviso.

• • • • • Entiendo perfectamente a Don Quijote. Si digo que la mujer que amo es la mejor de todas, eso no es una opinión subjetiva, eso es así y punto.

• • • • • El peligro surge cuando comienzas a caminar detrás de ella como un sonámbulo.

• • • • • Prefiero lo malo que me hace feliz a lo bueno que me hace infeliz.

• • • • • Culpables los que adornan sus heridas.

• • • • • Lo guapas que se vuelven cuando aman a alguien que también les ama.



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DECÁLOGOS / MANIFIESTOS (40): Diez reglas para escribir ficción, de ELMORE LEONARD


1. Nunca abras un libro hablando del tiempo. Si es sólo para crear ambiente, y no la reacción del personaje al clima, mejor que no te extiendas. El lector es propenso a pasar la página para buscar a las personas. Hay excepciones. Si resulta que eres Barry Lopez, que tiene más formas que un esquimal para describir la nieve y el hielo en su libro Sueños árticos, puedes informar sobre el tiempo todo lo que quieras.

2. Evita los prólogos: pueden ser molestos, especialmente un prólogo seguido de una introducción que viene antes de un prefacio. Pero esto se suele ver en la no ficción. Un prólogo en una novela son los antecedentes, y puedes ponerlos donde quieras. Hay prólogo en Dulce jueves de John Steinbeck, pero está bien, porque un personaje del libro plantea a qué se refieren mis reglas. Dice: «Me gusta mucho que hablen en los libros y no me gusta que alguien me diga qué aspecto tiene el que habla. Quiero imaginarme su aspecto a partir de su forma de hablar».

3. Nunca uses otro verbo aparte de «dijo» para seguir los diálogos. La frase del diálogo pertenece al personaje; el verbo es el escritor metiendo sus narices. Pero «dijo» es mucho menos invasivo que «refunfuñó», «exclamó», «advirtió» y «mintió». Una vez vi que Mary McCarthy terminaba una frase de un diálogo con «aseveró ella» [(asseverate, cultismo en inglés)] y tuve que dejar de leer e ir al diccionario.

4. Nunca uses un adverbio para cambiar el verbo «dijo»... amonestó seriamente. Usar un adverbio de esta manera (o casi de cualquiera) es un pecado mortal. El escritor se expone a sí mismo en serio, usando una palabra que distrae y puede interrumpir el ritmo del intercambio. Hay un personaje en uno de mis libros que dice cómo solía escribir historias románticas «llenas de violaciones y adverbios».

5. Mantén tus signos de exclamación bajo control. No debes permitirte más de dos o tres por 100.000 palabras. Si tienes un don para jugar con las exclamaciones como lo hace Tom Wolfe, puedes usarlos a puñados.

6. Nunca uses las palabras «de repente» o «se armó la de Dios es Cristo». Esta regla no requiere explicación. He notado que los escritores que usan «de repente» tienden a ejercer menor control al aplicar los signos de exclamación.

7. Usa los dialectos regionales, o los patois, con moderación. Una vez que empiezas a escribir las palabras en los diálogos fonéticamente y a cargar la página con apóstrofes, no podrás parar. Fíjate en cómo Annie Proulx capta el acento de Wyoming en su libro de relatos cortosBrokeback Mountain.

8. Evita las descripciones detalladas de los personajes, que Steinbeck ocultaba. En Colinas como elefantes blancos, de Ernest Hemingway, ¿qué aspecto tenían «el americano y la chica que iba con él»? «Se había quitado el sombrero y lo había puesto sobre la mesa». Esa es la única referencia de descripción física en la historia.

9. No entres en grandes detalles al describir lugares y cosas, a menos que seas Margaret Atwood y puedas pintar escenarios con el lenguaje. No te interesan descripciones que lleven la acción, el flujo de la historia, a la parálisis.

10. Intenta descartar la parte que los lectores tienden a saltarse. Piensa en aquello que te saltas cuando lees una novela: largos párrafos en los que se ven demasiadas palabras. Mi regla más importante es una que resume las diez: si suena como escritura, lo reescribo.


ELMORE LEONARD, Diez reglas para escribir ficción, publicado por Álex Oviedo en escritoresvascos.com, 22 de junio de 2013 (AQUÍ
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