jueves, 5 de diciembre de 2013

NEORRABIOSO

jueves, 5 de diciembre de 2013

Un cuencepto de JAIME ALEJANDRE


VEINTICINCO años haciendo el mismo recorrido cuatro veces al día. Salgo, tuerzo a la izquierda, paso uno, dos, tres semáforos. El cuarto semáforo, y cojo la M-30. Pero nada antes o después de ese cuarto semáforo tiene importancia. Mi vida entera está escrita en función de ese semáforo donde hace diecinueve años que a su pie no falta un solo día un ramo de flores frescas.

Diecinueve años interrogándome. ¿Quién pone las flores? ¿Cómo jamás faltan y nunca se ve la mano que las pone? ¿Por qué están ahí? ¿Quién puede tener tanto amor? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que muera quien las lleva allí? ¿O alguien le sustituirá o ya lo ha hecho? ¿Por qué están ahí esas flores, a quién recuerdan? ¿A la hermana que murió en un accidente de coche justo aquí cuando el otro hermano o la otra hermana se habían negado a montarse? ¿A la mujer amada que alguien perdió para siempre porque la vio con otro hombre pero que aún sueña con poder recuperarla? ¿O a aquella niña de ocho años que atropellé cuando cruzaba de la mano de su padre la tarde que volví borracho, riéndome, tan contento por ser todo un tío que se acaba de follar a una zorra de primera en un puticlub de la Nacional-II? 


 AMOR
(Del latín amor).


JAIME ALEJANDRE, De entre las ruinas, SIAL, Madrid, 2007, pág. 55
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...