sábado, 19 de octubre de 2013

JOSE VILLA. POETA DEL BLOG MUNDO POESÍA.

 la posibilidad de volver a ser feliz


cuando desperté en la mañana

me encontré a una desconocida durmiendo junto a mí
el hecho me pareció inusitado
puesto que la noche antes me había metido sobrio a la cama
-sólo había tomado una cerveza y un pedazo de pizza-
me levanté con cuidado para no despertarla
entré al baño y me miré al espejo
comprobé que seguía siendo yo mismo, jose villa
cagué y me cepillé los dientes
pensé en la desconocida que dormía en el cuarto
a lo mejor era una extraterrestre con aspecto humano
enviada a la tierra para investigar nuestra forma de vida
a lo mejor era una drogadicta desorientada
y había buscado refugio en mi cuarto durante la noche
regresé al cuarto para vestirme
la mujer ya había despertado
estaba sentada en la cama, recargada en la pared
cuando me vio dijo "bueños días, cariño"
rondaba los cuarenta y tantos
su cara me hizo pensar en un rottweiler 
decidí seguirle el juego y le dije buenos días
ella salió entonces de la cama
al ver su cuerpo desnudo sentí un principio de náuseas
pasó a mi lado y se metió al baño
saqué algo de ropa del armario y me vestí
se me estaba haciendo tarde para salir al trabajo
fui a la cocina y puse agua a calentar en la estufa
me pregunté si el rottweiler tomaría café
mientras me tomaba una taza apareció en la cocina
ahora se cubría con una bata
"¿quieres que te prepare unos huevos?"
le dije que se me hacía tarde
que apenas me daba tiempo de alcanzar el camión
"recuerda que prometiste llevarme a cenar esta noche"
yo, por supuesto, no recordaba ni puta madre
sin embargo le dije que llegaría temprano
me puse en pie y me apuré el resto del café
la mujer se acercó y me dio un mordisco en la mejilla
en plan afectuoso, desde luego
como sea, sentí un escalofrío recorrerme la espina dorsal
murmuré alguna cosa y caminé hacia la puerta
en la calle aceleré el paso para no perder el camión
el cielo tenía un hermoso color azul 
cuando alcancé la parada, el camión ya estaba allí
subí, pagué y me fui a sentar al fondo
nos pusimos en marcha poco después
mientras rodábamos por las calles abrí mi cartera
saqué el libro y eché un vistazo al título

guía práctica para olvidar en 10 sencillos pasos
los putos errores que has cometido a lo largo de tu vida

lo abrí y me dispuse a leer el último capítulo

 

a veces vivir no jode tanto


aquella mañana desperté más jodido que nunca

me sentía como si fuese una puta cucaracha
como un perro sarnoso olvidado a un lado del camino
como una mierda viviente sin futuro

ya estuvo bueno, pensé
esto no puede seguir así
la puta vida no puede seguir tratándome de esta forma
ha llegado la hora de mandar todo a la verga

animado por esta resolución
me levanté y amarré una cuerda del ventilador en el techo
coloqué una silla debajo del extremo colgante de la cuerda
me subí a la silla
anudé la cuerda alrededor de mi cuello
comprobé que estuviera bien apretada
cerré los ojos...

en ese momento entró una llamada a mi celular
por un momento me cruzó por la mente no responder
seguro se trataba de un recordatorio de pago
estos hijos de su puta madre, pensé
ni siquiera lo dejan a uno suicidarse en paz

sin embargo me desanudé la cuerda del cuello
bajé de la silla y cogí el teléfono
una voz de mujer me dijo buenos días
luego me preguntó si yo era jose villa

cuando le dije que sí, la tipa me dijo
que yo era el feliz ganador del sorteo semestral de la telefónica
el premio consistía en un viaje al caribe todo pagado
el vuelo salía al día siguiente de guadalajara
estaría alojado un mes en un penthouse junto a la playa
dos putas de lujo estarían a mis órdenes día y noche
tenía derecho a consumo ilimitado de bebida y comida
y si me aburría de las putas había la opción
de que me las cambiaran por un negro vergudo y cogelón

mientras la tipa hablaba corté la llamada
arrojé el teléfono sobre la cama y volví a subirme a la silla
me anudé otra vez la cuerda al cuello
comprobé que apretara correctamente
justo antes de brincar de la silla me invadió la duda

imaginé entonces lo que habría del otro lado de la muerte

¿un desierto helado sumido en las sombras?
¿un mundo de perfiles siniestros poblado por lúgubres voces?
¿una marcha infinita a través de un desolado y escabroso paraje?

dos días más tarde me hallaba junto al mar de las bahamas
bebía whisky despatarrado en la terraza de un penthouse
una morena de enormes tetas me hacía una mamada
su amiga estaba a mi lado con mi mano en su coño
a lo lejos se veía una nubecilla dibujada en el cielo azul
la brisa marina tenía un sabor a canela tostada

en ese momento entró una llamada a mi celular
una de las chicas sostuvo el aparato junto a mi boca
escuché la voz de una mujer hablar del otro lado
su tono transmitía un profundo sentimiento de ira:
¡qué coño estás esperando para ahorcarte, hijo de puta!


le dije a mi risueña amiga que desconectara el puto teléfono
le di un largo trago a mi whisky
contemplé aquella simpática nubecilla colgada del cielo
metí otro dedo en el delicioso coñito abierto a mi lado

ya habría tiempo para morirme otro día

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