Los amores descomunales
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Las leyes salvajes y oblicuas de los amores descomunales
establecen hasta tres peonías borrachas y obligatorias:
La primera: si viene el tigrazo espérale dentro de su boca.
La segunda: si te hieren que te cure el que te ha disparado.
La tercera: si te matan que te entierren con todos sus anillos.
No todos los amantes se atreven a los amores descomunales.
Son amores terribles. Calzan clavos rojos. Comen maíz negro.
No se permiten la fatiga. Nunca ceden. Siempre van al ataque.
Siempre avanzan hacia el gran geranio o la gran destrucción.
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Publicado por Neorrabios@
aunque a veces... nos apresan con su dulzura y su pasión... bonita melodía... besos.
ResponderEliminarCierta inconsistencia
ResponderEliminares muy acogedora para dos rebeldes.
Amo la periferia de esos lugares oscuros
y peligrosos.
Los amores como en los cuentos de hadas son como aburridos.