domingo, 30 de junio de 2013

UNO NORTE




28/06/2013(picar aquí para verlo bien, en la fecha)




primero fue un whisky con drambuie. luego una caipirinha grande. después cuatro mango sour. eso fue en el bar. en casa, llegando, tres copas de chamapaña y cuatro de ron (tibio)

los amigos hablaban y reían pero nunca pude entrar en su animada conversación. me fui al living con el ron y ellos quedaron en el comedor (del comedor al living hay dos metros, pero me gusta decir que tengo un living y un comedor separados, mi apartamento es como una pieza grande con baño y cocinita. vivo como un  hámster). intentaba, para no ser mal educado, coordinar mi humor con la conversación de ellos. pero no entendía de qué reían tanto, más bien no sabía de qué mierda estaban hablando, así que encendí el computador y abrí el word. tenme una miseria negra/ que arrope esta vigilia/ que grita/ se escapa/ se derrite... y estaba en la palabra derrite cuando salí a fumarme una cosita que tenía guardada en la billetera. era una cola que me había quedado alguna vez de no recuerdo cuándo. pero tuve, esa vez, la previsión y la sensatez de guardarla. el hecho es que salí al balcón y me fasciné con las luces de la ciudad mientras me quemaba los dedos. de afuera escuchaba las risas y los muchos OOOHHH......AAAHHHH.....OOOHHH.....debe haber estado entretenida la conversación adentro, pero suelo siempre quedarme afuera, la vida es eso, mirar por las vitrinas y escoger quedarse entremedio de la hambruna. volví a la máquina (¿tuviste la oportunidad, alguna vez, de escuchar La Máquina de Hacer Pájaros?...si no lo has hecho te recomiendo el tema Ah, Te Vi Entre las Luces, está en youtube). entré y me puse de nuevo en el compu. había quedado en la palabra derrite, así que le di alas al derrite y derrite la pausa muda/ que asola tu mujer sensata/ para morir mi sexo/ entre... puse entre y como en esa peli del woody allen sale tu dedo por la pantalla y coge el mío que estaba tecleando y tu dedo ya era boca y tu boca abismo. del susto lanzo un grito y uno de mis amigos llamado roberto (creo que quedan pocos robertos en el mundo, ese nombre pasó tanto ya de moda) roberto se levanta de la mesa y me viene a ver y me dice sarco hijo de tu madre qué mierda te ocurre sarco y que lo miro y roberto eras tú en el cuerpo de roberto un roberto con las tetas más preciosas del universo, con el cabello más maravilloso que planeta alguno haya podido alguna vez elucubrar y que te amo roberta de mis lluvias doradas que te hago magia cada amanecer mientras de tu boca cae la saliva que riega los bosques de este mundo que cómo que has llegado hasta aquí que te quiero princesa maldita ven y dame un beso fuerte que abres tu boca entonces para jugar con tu lengua delante de la mía y empiezas a llover castañas de todos los colores fecundados en la pesadilla de Dalí y roberto que me dice maricón de baja monta suéltame la cintura que me estás dañando y anda a darte una ducha borracho apestoso que me quiero bañar contigo roberta de mi insomnio que ya son siglos los que te he buscado sin jamás haberte visto de cerca la derrota ni el fragor eterno en el nacimiento de una lágrima y ahora primero te me sales de la pantalla y que de poema te vuelves carne y de carne mi elegancia y apareces amor mío qué lindos ojos tienes vamos a tomarnos por ahí alguna copa mi amor, lo que tú quieras, vámonos de esta caverna y salgamos a bailar por las calles de Santiago y roberto que ahora está preso dentro de un word y de un blog repleto de resacas maravillosas y que se paran los demás bruscamente de la mesa y que ya no ríen sino que gritan y que buscan a nuestro roberto dentro del pc de una manera francamente horrorizada pero roberto ahora se roberta en tu imagen de doncella inmersa en el poema, viaja en un mundo que nadie tiene idea de qué lunas iluminan su esotérica travesía, roberto ya se ha ido de esta tierra y tú, amor de mis perjurios, me lanzas una bofetada en el rostro por todas las angustias que nunca he sabido naufragar

luego todos se fueron
la casa fue quedando vacía
volvieron a sus propias madrigueras

menos uno

cuando apagué el computador
sólo quedó la locura
y la distancia

pero dos océanos
viajaron por el cielo
tomados de la mano
rodeados de muerte
y soledades
que por no morir en el intento
procrearon al hijo
que mañana será dios
al hijo de todos los delirios
al implorado en la misa absurda de la derrota
al requerido en el poema
las noches en que del mar
se levante la turbulencia muda de una caricia rota
el hijo al que todos rezarán
cuando el viento
amenace con morirse de inviernos
una madrugada repleta de sal y de espejismos
Sarco.

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