estamos muertos en vida
más muertos de lo que puedas imaginar
viviendo una vida muerta
sentenciada en el vértigo y el asombro
lo silente del gemido
hacemos de cuenta
que arriba de los circos de nuestra vida
hay águilas ciegas que nos suponen
y en realidad
tengo tu mano en la mía
apretando un precipicio
que se congela de tanto fuego
son siglos amor
son putos y anacrónicos siglos
la ruta fue marcada con gotas de sangre
y el vómito
luego el viento
la poesía
la miseria
las alas que se nos subieron a los ojos
el mismo día en que se nos murió alguna esperanza
encadenada a las pestañas de una lágrima de sal
después la piel
la sonrisa de la masacre
como si decir te amo
salvara del delirio
a los desquiciados
que nos inventaron debajo de las hojas
la noche sagitario
donde se alzaron todos los mares
hombres y mujeres ahogados
saliendo del fondo marino
con atroces muecas de desesperación
y tú, gitana herida
los quisiste salvar a todos
pero el ruido no me dejó verte
y te perdiste feroz entre las olas
tengo 137 años
y tú no estás frente a la chimenea
no te he visto desde nuestra infancia
cuando te daba por perseguir dragones
y les decías que tu pelo
era el árbol sagrado
donde fue engendrada la belleza
y corrías por el campo mío
gritando palabrotas a los sauces
corrías y te dabas vuelta y me hacías gestos con la boca
y yo reía como un jodido condenado
pero se dejaba caer una neblina espesa
casi tanto como la constancia en el amor
y te perdías, nuevamente
enfadada con el mundo que nos separó las manos
y ya no te veía más mi amor
hasta el siguiente eclipse de poemas
pero sabes?
siempre nos volvemos a encontrar
cansados, derrotados, híbridos
y enamorados
y sabes otra cosa?
más muertos de lo que puedas imaginar
viviendo una vida muerta
sentenciada en el vértigo y el asombro
lo silente del gemido
hacemos de cuenta
que arriba de los circos de nuestra vida
hay águilas ciegas que nos suponen
y en realidad
tengo tu mano en la mía
apretando un precipicio
que se congela de tanto fuego
son siglos amor
son putos y anacrónicos siglos
la ruta fue marcada con gotas de sangre
y el vómito
luego el viento
la poesía
la miseria
las alas que se nos subieron a los ojos
el mismo día en que se nos murió alguna esperanza
encadenada a las pestañas de una lágrima de sal
después la piel
la sonrisa de la masacre
como si decir te amo
salvara del delirio
a los desquiciados
que nos inventaron debajo de las hojas
la noche sagitario
donde se alzaron todos los mares
hombres y mujeres ahogados
saliendo del fondo marino
con atroces muecas de desesperación
y tú, gitana herida
los quisiste salvar a todos
pero el ruido no me dejó verte
y te perdiste feroz entre las olas
tengo 137 años
y tú no estás frente a la chimenea
no te he visto desde nuestra infancia
cuando te daba por perseguir dragones
y les decías que tu pelo
era el árbol sagrado
donde fue engendrada la belleza
y corrías por el campo mío
gritando palabrotas a los sauces
corrías y te dabas vuelta y me hacías gestos con la boca
y yo reía como un jodido condenado
pero se dejaba caer una neblina espesa
casi tanto como la constancia en el amor
y te perdías, nuevamente
enfadada con el mundo que nos separó las manos
y ya no te veía más mi amor
hasta el siguiente eclipse de poemas
pero sabes?
siempre nos volvemos a encontrar
cansados, derrotados, híbridos
y enamorados
y sabes otra cosa?
te reconocería
hasta en la locura
que da la muerte
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