JOSÉ VILLA. POETA

rencor

después de matarme puse la pistola
sobre la mesita de noche a un lado de la cama
y luego me quedé quieto;
una mosca entró de repente por la ventana abierta
la sangre que escurría por el boquete en mi sien parecía atraerla
mi mujer no tardó mucho en llegar a mi lado
el ruido del disparo debía haberla sobresaltado
había una expresión de espanto en su cara
"¡villa, qué has hecho!"
yo la miraba sin parpadear -y cómo no, si estaba bien muerto-
los segundos pasaban lentamente
ella cogió entonces el celular y picó una tecla
mientras la llamada entraba siguió contemplándome
sus ojos parecían un poco más grandes de lo normal
su pecho mostraba señales de agitación
yo en cambio me mantenía inmóvil y no respiraba
alguien debió contestar entonces la llamada
"¡getulio, villa se acaba de suicidar, es nuestra oportunidad!"
¿getulio, mi compadre? -pensé yo-
¿para qué jodidos tenía que hablarle aquella puta a getulio?
¿por qué no hablaba al 911 o a la cruz roja?
¿por qué no le hablaba a mi madre para que viniera a verme?
getulio dijo alguna cosa del otro lado de la línea
mi mujer asintió y colgó
yo permanecía imperturbable como una estatua
ni siquiera una pestaña se me movía
(y eso que la cabrona mosca ya merodeaba por el borde de mi herida)
mi mujer abrió uno de los cajones de la cómoda
sacó el liguero negro que tenía años sin ponerse
se quitó la ropa y a cambio se puso el liguero
luego rebuscó en el closet y sacó los zapatos de tacón
se los puso y parecía una puta
de no haber estado tan muerto se me hubiera puesto dura
en eso se oyó sonar el timbre de la puerta de la calle
la puta salió del cuarto y fue a abrir
por la voz supe que se trataba de getulio
de no haber estado tan muerto me hubiera encabronado
es más, creo que aun estando muerto me encabroné
total, getulio entró en el cuarto
sonreía cuando se acercó a la cama donde mi cadáver yacía
me dio un par de palmaditas sobre la cabeza
¡ah, mi pendejito villa, por fin te saliste con la tuya!
mi mujer apareció un minuto después
llevaba mi botella de tequila en una mano
se la ofreció a getulio y el hijo de puta echó un trago
¡por el muerto! dijo el muy cabrón
la puta igual se chingó un buen trago
-de no haber estado tan muerto me hubiera gustado pedirles
que me acercaran la botella a la boca para darle uno yo también-
luego la puta dejó la botella en el piso
miró entonces directamente dentro de mis ojos
había una inmensa expresión de lascivia dibujada en su cara
"¡siempre quise hacer esto frente a ti, pendejo de mierda!"
se arrodillo en el piso delante de la bragueta de getulio
su boca ya babeaba, inundada de saliva

yo seguí aparentando que todo aquello me daba igual