sarco lange

la maldad de la belleza, mi verdad

eres preciosa
eres hermosa
eres la mujer
más linda del mundo
eres algo que casi no se puede creer
ni menos aceptar

pero

no amo la hermosura de tu vida
no amo la delicada y perfecta
forma de tu rostro y de tu gesto
yo amo tu inmundicia
la denuncia de tu cuerpo malgastando el morbo
la degradación banal de tus días intolerables
amo cuando te cae mal mucho pan con queso
y  vas al baño a cagar
y estás un poco estítica
amo esos ojos que se achinan por tanta molestia
mientras va cayendo
el mundo que nos atesora al fondo del mar
y te quedan las nalgas salpicadas de agua
y luego, como toda poeta que se precie de tal
miras el wáter y ves flotando lo que tanto amo
y entornas aún más los ojos
abres la ventana
enciendes una vela con aroma a vainilla
y por haber hecho eso
es por lo que en definitiva me trastornas

te amo porque mientras escribes
te escarbas la nariz
y pegas los mocos debajo de la mesa
cómo alargar mi lengua foránea
y lamer esa madera
para nunca más morir de infiernos
adentro del hambre mía

te amo y también te adoro
cuando sueltas gases por tus orificios
llámese culo llámese boca
llámese amor cuánto te amo
y no te importa el enfado de los sauces
porque nadie está a tu lado
maldita bruja y hechicera
¿acaso no ves
que estoy hace tiempo
ahorcado en el medio de tus piernas?

amo cuando te despiertas
y te miras de reojo en el espejo
y piensas que no estás bonita
ya no sé cómo más decirte
que en ese tramo de la mañana
ahí, cuando las ortigas se parecen a tus ojeras
yo me desangro primitivo y marsupial
en tus legañas
y en esa babita blanca
que se te pega en la comisura de los labios

amo que seas fatal
amo que uses candados y puñales
que te vistas de látex y me golpees con cadenas
pero en realidad
eres más tierna
que una mariposita chiquitita
reptando por un arbolito en un día soleado de otoño

amo tu conducta infernal y peligrosa
de escribir los mejores poemas de este mundo
robándole las horas a los calendarios, al reloj de mi codicia
durmiendo en el insomnio de un beso fugitivo
porque eres una pirata intoxicada de espejismos
que me enamora cuando todo es tan ruin y desprolijo
te amo cuando te rascas el culo
disimuladamente mientras subes en el ascensor
te quiero chupar los dedos
¡me la suda chuparte los dedos maldita hembra!

te amo sucia
meada mientras te emborrachas
te amo corrupta
impura
lejana, calesa y ventanal

(amo que cocines verduras al wok)

te amo mujer
y no sólo te amo cuando despiertas de un buen sueño
te amo viéndote envuelta
en la mortaja ampulosa de un día de mierda

y a propósito de sueños
amo el que tuve anoche
bailábamos desenfrenados una de Manu Chao
y tú sudabas y sudabas y sudabas
y te sacaste la camiseta
levantaste los brazos como enloquecida
me tomaste la cabeza
y pusiste mi boca en tus axilas
te lamí la vida amor de mis entrañas
te dejé tan seca
como un presidiario que siempre luchó por su inocencia
pero los dados venías marcados
y el sol nunca alumbra los girasoles muertos

amo cuando se te forma
una telita blanca en las paredes del coño
(perdona si te ofende mi lenguaje
pero tu coño es mi religión
y el oficio real de todas mis poesías)

tu pestilencia la adoro
aún cuando eres la mujer con menos malos olores del planeta
pero no me gusta el perfume entre las tetas
ni en el hombro
ni en el cuello
ni tampoco como cruel desodorante
prefiero el animal asustado
mortalmente herido en su fragancia de jueves y derrotas
amo que te sangre la menstruación de tus olvidos
coágulos de vida afectando el pulso y el verso del hombre herido

levántate temprano mi amor

no tomes desayuno

no te pases la lengua por los labios

déjalos así de secos y arrogantes

pon tu cara a un centímetro de la mía

no se te ocurra despertarme

y lánzame tu inmenso aliento arriba de mi existencia

despéiname la distancia en la que me hallo

necesito ese soplo de vida eterna

necesito el naufragio de los bosques

para pensar que la muerte lleva nombre de Mujer

y después échate a mi lado

tápate hasta las orejas

y sigue durmiendo

como si la vida que nos ha tocado

pudiera ser un árbol

repleto de pájaros

que trinan lo famélico y lejano de nuestros nombres imposibles