la paz es furia
mis hermanos muertos de hambre
mis hermosos fracasados
mis torpes enemigos
los que una mañana
salieron de sus madrigueras
con la ilusión prendida adentro de la boca
y sin darse cuenta tropezaron
se cayeron
vieron la sangre
y se oscurecieron en el sótano amargo de su felicidad
a todos ustedes
mi sangre
mi orgullo
y mi plegaria
mis niñas abandonadas
que una tarde de diciembre
fueron al psiquiatra
y éste tenía mil cabezas
y ni una sola consideración
tómate éstas tres veces al día
ignorando los maricones
que morirse cada ocho horas
es más peligroso
que ahorcarse en la viga de un poema
mis estúpidos enamorados
crueles vándalos del falso sentimiento
almas que vagan
por la cloaca de una condolencia
luces de neón
en el medio de la ceguera
mis feroces drogadictos
mis amados alcohólicos eternos
mis sopranos fumadores
¿dónde la pausa
el sentido
y toda vuestra verdad?
mis vulgares asesinos
ladrones, traficantes, pederastas y poetas
mis soñadores
del sueño de lo imposible
mis adorados insomnes
detrás de un blog de poesía
que se perfuma en su propio laberinto
(afuera preguntan por ti
es una horda de palabras a punto de morir
vocales fracasadas
sílabas de sangre
y vendaval)
ancianos
mis parcos, atroces y débiles ancianos
lámparas
que se extinguen
en el silencio de una bofetada
mis amigos miserables
los invisibles
los agazapados
roedores de la madera agria de la cesantía
hombres y mujeres
ángeles del morbo atormentados
ventanas abiertas
en el postigo morboso del huracán
TÚ
ENFERMEDAD
TRÁGICA EN TU DULCE DESAFÍO
putas y cafiches
madres folladas por el diablo
escritores de starbucks
a las 17:30 de las calaveras
mujeres escritas en el viento
comarcas de humedad
perfumadas en el medio de la niebla
chicas envueltas en el rito de los bosques
dispuestas a todo
con tal de escupirle en la cara a la soledad,
perdedoras de esta vida estúpida vida
que se aparea sidosa en el tormento
violadas en el celo rajado de un fatídico percance
y que se miran de reojo en los espejos
por miedo a morir de lejanías
mis poetisas delirantes
las que han perdido un hijo
en manos de un destino hediondo a papeles muertos
las que se arañan el rostro
al volver a casa
y descubrir que en la cocina
yacen los restos marchitos
de una flor que no alcanzó a ser bello jardín
mis horrorosos escritores desahuciados
renglones de caspa en la asquerosa trampa del olvido
escribid desnudos
arriba del insomnio mortal de los caballos mal drogados
distancia
distancia en la pupila
péinate el ego con el cuchillo de tu falsa hipocresía
y masturba el deseo
adentro del semen funesto de tu inmensa precariedad
mis príncipes inmersos en la fobia, en la fatiga
mis princesas alimentadas en el pánico
mis traumados hermanos de sangre
este mundo nos está vigilando
ellos son muchos
y nosotros estamos solos
nos tienen rodeados
nos observan
mires donde mires
los podrás ver
enfundados en sus odiosas frazadas de terciopelo avinagrado
no sé si podamos dar la pelea
no nos quedan ya esperanzas
estamos cansados
no te mientas
no tienes la fuerza necesaria
para rebautizar la decadencia
con el agua milagrosa
de eso que los demás llaman valentía
pero
la paz es furia
y la furia
es la cocaína del impulso
quizás alguna vez
logremos tener
la vida que nos merecemos
aquí
allá
o en el epicentro monacal
de una almendra alucinada
suerte
forajidos...
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