El tiempo, ese eterno hechicero,
capaz de crecer y ser eterno.
O, por el contrario, como el
viento
volar
rápido del cuerpo.
Cuando piensas que él te va a
abandonar;
solo como burla, el muy osado,
te espera al final del claro.
Ríe al
ver como observas, miras la hora.
Pero tú que lo conoces
aparentas estar en descanso,
mientras completas lo que
atrasado
dejaste
a salvo en el cofre.
Y así con este infinito juego
los dos os reís de su forma,
los dos aumentáis el ego en
vuestra horma
Odiándose vuestros credos.
La batalla fue el efecto
De tu pelea con el tiempo.
Batalla ya perdida al comienzo,
pues Tiempo, te dio muerte por
viejo.
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