martes, 26 de febrero de 2013

Capitán de los Tercios...


Capitán de los Tercios soñé un día
ser en Flandes, logrando con mi espada,
en mis sueños de gloria juveniles,
la victoria en la sórdida batalla.

Dirigiendo mi hueste, expuesto al fuego,
apoyado en mis hombres y en sus lanzas,
la bandera agitaba en una mano,
avivando su ardor sin hacer falta.

Que eran hombres de estirpe noble y buena,
luchadores sin miedo, gente brava;
pues corría en sus venas la más pura,
sin dudar, de la sangre castellana.

Hidalguía y valor cual hubo nunca.
Gente, sí, muy propensa a la bravata;
mas sabiendo tenerse firmes luego,
hombres prestos también a la jarana.

Andaluces de pro iban con ellos,
extremeños de piel seca y quemada,
catalanes y vascos, valencianos,
huertanicos, gallegos, de Navarra.

A mi lado avanzaba un zagalillo
que ni apenas si un metro levantaba,
arrancando al tambor tales redobles
que hasta hacían vibrar de gozo el alma.

Enemigos al frente y a ambos lados,
asonaron tremendas las descargas.
El zagal cayó herido y, desde el suelo,
moribunda su voz, gritó: - ¡A la carga!

Y avanzaron mis bravos luchadores
con tal furia, tal ímpetu y tal ansia
que hay un río en Europa desde entonces
donde corre la sangre en vez del agua.
  
Capitán de los Tercios soñé un día
ser en Flandes... Mas pronto llegó el alba.
Se apagaron las luces del Imperio,
se apagaron las glorias de mi España.


2 comentarios:


  1. BRAVO!!! Francisco, que bueno, me ha gustado mucho, eres genial.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Me alegra que te haya gustado el poema, querida Loli.
    Muchísimas gracias, amiga.
    Besos.
    Francisco

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...