NEORRABIOSO

viernes, 14 de diciembre de 2012

Los casis

Por ejemplo. Coincidí el martes pasado con una mujer que fumaba casi como ella. Y me quedé mirando. Su altanería con el cigarro. Sus labios y sus dedos, sus ojos mirando ora a un punto concreto, ora su propia mano, ora al infinito. Fumaba casi idéntica.

Y hace tiempo, en el metro hacia Noviciado, me encontré con otra mujer que se doblaba la melena casi igual que ella, no sólo apartando el pelo y olvidando sus ojos sino soplando una vez, dos veces, tres veces, la última de las veces más separada. También allí me detuve y me quede mirando. Joder. Es que era casi como ella.

Y recuerdo cómo pronunciaba la palabra zoragarria, que en euskera significa “maravilloso”. Y lo recuerdo y me pongo a pronunciarlo, zoraaaaaaaaaaagarria, y lo hago muy parecido, casi como ella.

Pero es triste, ¿no? ir mendigando casis de Iratxe, yo que la tuve un día en todos sus redondos.
.