viernes, 14 de septiembre de 2012
Hombres como semillas
Basta ya de ser colillas apagadas
del cenicero de los mares.
Ombligos de la sed
sólo un placer de humanidad nos puede.
Pedro García Cabrera
Hombres como semillas sangran la arena,
cerrados a cal y canto, solitarios.
Hombres como árboles
dibujados contra las sombras y los espacios,
sangran por el viento y la marea.
Apagados como soles cansados,
como lunas dormidas en el quicio de las puertas.
Sangran los bolsillos sin respuestas
que dar a las madres que lloran la ausencia.
Hombres como caballos de altos vuelos,
como formas de cerradas furias,
de perdidos colores su paño de lágrimas.
¿Hasta cuándo los ojos crispados,
las venas secas, la lengua abierta?
¿Para cuándo el crepitar de una sonrisa
de rebeldía contra las fauces que esperan?
"Ombligos de la sed" - como dijo el poeta -
hombres, hermanos nuestros, que sangran
la arena levantada en el galopar de la angustia,
del hambre de pies inquietos, de la certeza
de brazos alzados
contra horizontes que se cierran.
M.A.N.H. (11/09/12)
http://www.elverdeolordelamadera.blogspot.com
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Precioso Miguel. Un grito de rebeldía, una llamada a la justicia todavía no escrita, un canto a la humanidad.
ResponderEliminarMi fraternal abrazo.
Gracias Miguel, por tu lectura y valoración. No sé si contiene todo eso que dices pero así salió. Un abrazo
EliminarPobres hombres los que no saben que todos somos hermanos. Buenísimo poema. Un abrazo.
ResponderEliminarY pobres de los que consentimos la injusticia aún sabiéndolo. Gracias por tu lectura y valoración. También recibe mi abrazo.
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