NEORRABIOSO

miércoles, 4 de julio de 2012

Marcial en el instituto (masturbaciones)

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....................................................................................¿Qué hago,
....................................................................................si siento más aprecio por mi polla
....................................................................................que por mi propia vida?
....................................................................................MARCIAL

....................................................................................Vivía amancebado con su propia mano
....................................................................................FRANCISCO DE QUEVEDO

....................................................................................Lo sublime es la gayola, la gallarda, la dulce pera....................................................................................matinal y vaga, la manuela, o sea meneársela
....................................................................................FRANCISCO UMBRAL


I

Naroa,
regaliz rojo,
me hacías los trabajos de euskera
a cambio de mis respuestas blancas
en los controles de literatura.
¡Qué sonrisa con guisantes!
¡Qué amistad anaranjada!
¡Qué risueña mirada de lápiz
bajo las carnes del pupitre!
Lástima que yo,
en la fiel barbacana de la noche,
todo,
(la amistad,
la sonrisa,
tu blusa azul)
lo pusiera perdido…

II
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Cuando Larraitz
se acerca a la inocente tarima
con su minifalda roja
plisada,
ya no pensamos
en los vertebrados y los invertebrados,
en las plantas monocotiledóneas
y las plantas dicotiledóneas,
ya no pensamos
en Riego arribando en Cádiz
o en el mito de la caverna,
en las ecuaciones de segundo grado
o en la temperatura de ebullición del agua,
sino solamente
en Larraitz con minifalda
y en Larraitz
sin minifalda.

III

Yo soy una profesora
muy exigente,
nos recordó Mila,
mientras sus cargados pezones,
como frutos de una higuera,
apuntaban contra nosotros.

IV

A Edurne,
ramita de acebo,
le hice a bolígrafo
un poema violeta
por jovial,
caribuena
y dejarme copiar
sus apuntes de latín.
Luego, por la noche,
le hice a mano
un poema fluvial
y violento
por ese culo sabadero
de litrona y
discoteca.

V
.
Cuando Nekane me preguntó,
después de pintarse los labios,
qué tal estaba,
yo no le dije
persia
alejandría
carniculona;
yo no le dije
veneno
peonza
y látigo de bicicleta;
yo no le hablé
de zumos blancos
en su cara sin flequillo;
yo,
que sólo soy un cobarde,
le dije:
muy guapa.

VI

A Nagore,
ardilla y sugus de fresa,
la he pedido para salir:
me ha dicho que no.
Era el plan A.

(Esta noche,
en mi cuarto,
el plan B).

VII
.
Leire,
labios de siempre me acuerdo,
quisiera meter en tu boca
un barco pirata
con todas las velas extendidas;
un barco de mil colores ligeros
que te soplara fuerte por dentro,
un barco
que te hiciera sentir
lo que me crece, lo que
me crezco,
cada vez que te ve, cada vez
que te veo.

VIII

Lorena,
prímula de mis ojos,
ya sé que sólo
me pediste la hora:
¿no te parece
suficiente provocación?

IX

Cada vez
que Idoia me demuestra
que mis argumentos no tienen
ninguna base, cada vez
que vuelca una por una mis ideas
en calderilla, mis tormentas
de juguete, mis nidos
sin descendencia,
me vuelvo a casa
con unas terribles,
pringosas
y aceitadas
ansias de venganza.

X

¡La inteligencia de las chicas
me da tanto trabajo...!

(Ayer la descubrí leyendo
a Alejandra Pizarnik
y ya no me parece fea).
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