A donde me lleve este tren…

Si he llegado hasta aquí, este es mi sitio, por lo menos ahora.
Si este tren me ha traído hasta aquí, aquí estoy plenamente. Aquí me quedo mientras la vida me tenga aquí.
Si he llegado hasta aquí, es para aprender algo, para superar algo, para cumplir una función, con una misión, con un objetivo. Por alguna razón, y no necesito saberla.
Sólo necesito estar preparado y cumplir con el momento, con todos los momentos. Como un jugador en un partido. Está concentrado, intenta cumplir su función, y unas veces consigue su objetivo, otras sólo lo intenta, pero siempre cumple con su función, que es estar ahí, jugando y dándolo todo conscientemente.

A veces puede darse cuenta de que está disfrutando. A veces sufre, otras simplemente juega. Y esas veces en que puede darse cuenta de la belleza del juego, de la belleza que hay a su alrededor, y de que pone su alma en el juego, es consciente de sí mismo y disfruta, es, diríamos, feliz en ese momento.

Como el mar que rompe contra la roca, llega una y otra vez, sin preocuparse del tiempo, sin preocuparse de nada, sólo rompiendo, acercándose y retirándose con el latido del mundo y el suspiro de la luna, eternamente errante entre el cielo y la tierra.
Así quiero ser yo. Eterno.

Así que, estoy aquí de nuevo. Cansado, tranquilo, con ganas. Recuperado. He vuelto.