MANICOMIO 52
Terremoto Crazy muy sonriente
ha aparecido en el comedor
a la hora del desayuno
vestido con una túnica blanca
y nada más llegar
ha empezado a golpear
las cabezas de todos los locos
y trabajadores del manicomio
con una enorme palma
bendecida el domingo de ramos
que ha sustraído de la capilla
a la que ha añadido unos pinchos
como complemento improvisado
para que intuyan el martirio divino
y tras hacer un gesto imperativo
con su mano sagrada
todos lo han seguido
a una prudente distancia
durante más de diez minutos
en callada y preocupada procesión
hasta el interior del polideportivo
donde han podido disfrutar
de una inesperada y emotiva
representación de la Semana Santa
formada por los tres celadores nocturnos
extraordinariamente bien crucificados
el primero en el marcador electrónico
y los otros dos en el tablero acristalado
de cada una de las canastas de baloncesto.
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