jueves 22 de marzo de 2012
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La lluvia ablanda la tierra.
La hace apta para dar fruto.
Sé lluvia tú, poesía,
en los corazones duros.
*
Hoy sé que el infinito
cabe en la mano abierta del mendigo.
Lo que le dan no es más que lo que da.
A la hora de la verdad,
somos todos igual de pobres y de ricos.
*
Aceptar a la puta y rechazar que sea explotada,
aceptar al ladrón y rechazar el robo,
aceptar al estúpido y rechazar la estupidez,
aceptar al malvado y rechazar el mal...
Hay tal misericordia.
*
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La lluvia ablanda la tierra.
La hace apta para dar fruto.
Sé lluvia tú, poesía,
en los corazones duros.
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Hoy sé que el infinito
cabe en la mano abierta del mendigo.
Lo que le dan no es más que lo que da.
A la hora de la verdad,
somos todos igual de pobres y de ricos.
*
Aceptar a la puta y rechazar que sea explotada,
aceptar al ladrón y rechazar el robo,
aceptar al estúpido y rechazar la estupidez,
aceptar al malvado y rechazar el mal...
Hay tal misericordia.
*
Le he pedido a la luz que la abrace por mí. Y la abrazo, la estoy abrazando, porque abrazo la misma luz que está abrazándola. Las distancias no pueden separar.
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