Carta abierta al profesor Vicenç Navarro

Profesor:

Profesor:
Probablemente
nunca llegue a leer esta carta y, por tanto, el hecho de escribirla se
convierte automáticamente en un sinsentido. De todos modos, me da exactamente igual, porque también están llenas de sinsentido todas las acciones que hasta ahora se han puesto en marcha para intentar detener el curso de los acontecimientos que se vienen sucediendo de un tiempo a esta parte y que en los últimos días adquieren una velocidad de vértigo.
En poco más de unos meses, el gran poder financiero, los políticos a los que hemos delegado la soberanía nacional, aupados con el voto de casi 10 millones de personas, y la pasividad política de otras tantas, han propiciado la aniquilación histórica de los derechos de los trabajadores y el derrumbe de los pilares del llamado Estado del Bienestar.
Por otro lado, gracias al resultado de algunos procesos judiciales, hemos podido probar, por si a alguien le quedaba todavía alguna duda, para quién y con qué fines actúa la Justicia en España.
De manera que el mapa de la situación no es otro que un poder ejecutivo que trabaja como si de un consejo de administración se tratase; un poder legislativo que actúa como una asamblea de accionistas y un poder judicial que impide la fiscalización de actividades que son, a todas luces y descaradamente delictivas, y que condena a quien las persigue.
Con lo cual, el pueblo español se encuentra en este presente concreto en una situación de indefensión que no se daba desde antes de la dictadura de Franco. Vivimos en un Estado de Excepción.
Y ante este panorama, los partidos tradicionales de izquierdas, aquellos en los que los más débiles podrían confiar su destino y su bienestar, están desarbolados, vacíos de ideas, sobrepasados por la Historia, sin la legitimidad ni la credibilidad necesaria como para hacer frente a lo que se nos está viniendo encima. Por tanto, se produce entre la mayor parte de la sociedad una sensación de orfandad y desorientación cuyas consecuencias a medio plazo aprovechará el primer mercachifle demagogo que aparezca y que se ganará la confianza de las personas con un discurso tan atractivo como peligroso.
De ahí que me dirija a usted, y a otros como usted, inteligencias claras y racionales, capaces de vertebrar de verdad, eficazmente, un espacio de organización política en la que los trabajadores y las trabajadoras españoles encontremos una herramienta con la que hacer frente a este auténtico golpe de estado legal; una herramienta que genere una alternativa política creíble, basada en la realidad, en el respeto escrupuloso a los derechos humanos y con la que seamos capaces de recuperar la Historia.
En poco más de unos meses, el gran poder financiero, los políticos a los que hemos delegado la soberanía nacional, aupados con el voto de casi 10 millones de personas, y la pasividad política de otras tantas, han propiciado la aniquilación histórica de los derechos de los trabajadores y el derrumbe de los pilares del llamado Estado del Bienestar.
Por otro lado, gracias al resultado de algunos procesos judiciales, hemos podido probar, por si a alguien le quedaba todavía alguna duda, para quién y con qué fines actúa la Justicia en España.
De manera que el mapa de la situación no es otro que un poder ejecutivo que trabaja como si de un consejo de administración se tratase; un poder legislativo que actúa como una asamblea de accionistas y un poder judicial que impide la fiscalización de actividades que son, a todas luces y descaradamente delictivas, y que condena a quien las persigue.
Con lo cual, el pueblo español se encuentra en este presente concreto en una situación de indefensión que no se daba desde antes de la dictadura de Franco. Vivimos en un Estado de Excepción.
Y ante este panorama, los partidos tradicionales de izquierdas, aquellos en los que los más débiles podrían confiar su destino y su bienestar, están desarbolados, vacíos de ideas, sobrepasados por la Historia, sin la legitimidad ni la credibilidad necesaria como para hacer frente a lo que se nos está viniendo encima. Por tanto, se produce entre la mayor parte de la sociedad una sensación de orfandad y desorientación cuyas consecuencias a medio plazo aprovechará el primer mercachifle demagogo que aparezca y que se ganará la confianza de las personas con un discurso tan atractivo como peligroso.
De ahí que me dirija a usted, y a otros como usted, inteligencias claras y racionales, capaces de vertebrar de verdad, eficazmente, un espacio de organización política en la que los trabajadores y las trabajadoras españoles encontremos una herramienta con la que hacer frente a este auténtico golpe de estado legal; una herramienta que genere una alternativa política creíble, basada en la realidad, en el respeto escrupuloso a los derechos humanos y con la que seamos capaces de recuperar la Historia.
Más
allá de su valiosísimo trabajo intelectual -que admiro- las personas
que creemos en la construcción de una sociedad más justa, necesitamos el liderazgo político de
un grupo de personas, capaces, preparadas y con las ideas bien
enfocadas. Sin su participación efectiva en la política española, estamos cada vez más cerca de una nueva era de oscuridad y de sometimiento.
Estamos muy solos, profesor Navarro.
Estamos muy solos, profesor Navarro.
Este profesor es un sabio, y en este momento necesitamos sabios en vez de políticos inútiles, sabios que educan al pueblo y saben dar soluciones a los problemas. Y también necesitamos entradas como estas que nos hagan reflexionar y nos abran los ojos. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a tu blog he podido acceder al texto. Bloguer me la ha jugado: se lo había cargado. Así es que "el nido" ha sido providencial
ResponderEliminarGracias Loli. Ahora puedo volver a colocarlo
Somos un equipo jajajaj Un abrazo.
ResponderEliminarExcelente entrada, como dice Loli para reflexionar. Dejar el mundo en manos de gente apoltronada, sin otro interés que prolongar cuanto sea posible su modus vivendi, temo nos convierta en animalitos de granja o de perrera municipal.
ResponderEliminarBesos.
Un abrazo para tí Marta, tu también eres de este gran equipo que queremos un mundo mejor, sin explotadores ni explotados.
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