domingo, 13 de abril de 2014

JOSE VILLA

                UN JODIDO POEMA PARA UN LUNES DE RESACA


cómo se complican la vida las mujeres,

cómo dan cada paso en el camino de la rendición de su precioso culito
armadas hasta los dientes de duda, iniquidad, esquizofrenia, recelo, 
temor, desasosiego, paranoia, secretismo, sensibilidad exacerbada
y una aberrante propensión a sentirse el ombligo del mundo:
me inscribí en sexocasual punto com para ver si hallaba
una mujer cerca de donde vivo dispuesta a entablar
una relación dirigida a brindarnos satisfacción sexual mutuamente
-directo al asunto y sin mamadas sentimentales-
llené el cuestionario que te piden siempre en este tipo de sitios
edad, sexo, estatura, bla bla bla
al final había un recuadro donde añadí lo que andaba buscando
busco nena de veintitantos, culona, tetona, con labios sensuales
que no sea vírgen, ni católica guadalupana ni vegetariana etc
que no sueñe con encontrar a su príncipe azul a través de internet
que no espere de un hombre cariño, respeto, comprensión
o tener una persona para desahogarse cuando se sienta triste
y que le susurre al oído cosas hermosas del tipo "eres divina, eres la gran cagada"
busco nena caliente, cogelona, para vernos de vez en cuando
echar un palo, tomarnos unas putas cervezas y nada más
si te interesa mándame un mensaje y ya veremos
el que piense que estos sitios no funcionan, está equivocado
al día siguiente miré mi correo y encontré dos mensajes
una tal ninfómana y mojada decía estar interesada en vernos
un chico gay de 18 busca hombre rudo me mandó varias fotos desnudo
-el hijo de la chingada tenía un pedazo de tubo como de 25 cms-
le contesté a la ninfómana dándole la dirección de mi cuarto
-después de las 7 pm tenía la noche libre-
aquella noche tocaron la puerta como a las 9 pm
yo tomaba cerveza tirado en pelotas en la cama y veía una porno
grité "¡la puerta está abierta, empuja y entra!"
la puerta se abrió y una mujer entró al cuarto
cuarentona, caucásica, alta, gruesa, de pecho plano
nada que ver con la morena culona y sensual que yo esperaba
además no era ni siquiera guapa, pero me dije
"algo debe tener esta chica, villa, veamos qué se puede hacer"
me cubrí el pene con una toalla y le ofrecí una cerveza
ella se acercó a la cama, agarró la cerveza y se sentó en una silla
no pienses que soy una puta -dijo entonces-
claro que no -dije alzando mi botella- ¡salud!
el hecho de que haya venido no es sinónimo -añadió-.
de que me esté muriendo por acostarme con un hombre
está bien -repuse- no pasa nada
yo sé que no soy tu tipo de mujer ni nada de eso -continuó-,
pero te aseguro que tengo mis cualidades y virtudes
desde luego -dije- eres una mujer atractiva y tus ojos son hermosos
-cuando no tengas nada bueno que decir de una mujer
dile que su mirada es hermosa y te quitas de problemas-
seguro debes pensar que soy una puerca degenerada -insistió-,
que se cita con desconocidos para revolcarse con ellos
no pienso nada -dije- ni siquiera te conozco;
una especie de sicópata sexual -siguió recitando la mujer-,
una puerca promiscua incapaz de mantener las piernas cerradas
no pienso nada -repetí- ¿quieres coger?
me empiné el resto de la cerveza y saqué otra de la nevera portátil
la mujer le dio un trago a su cerveza
eso es lo único en lo que piensan los hombres -dijo de pronto-,
en coger y en que todas somos unas putas calientes;
yo estaba empezando a cansarme de la fulana
¿qué mierda pensabas que hallarías aquí? -le pregunté-,
¿quieres que hablemos de la última línea de accesorios de victoria secrets?
todos los hombres son la misma porquería -sentenció ella-,
gordos, viejos, pobres, negros, ateos, comunistas:
su horizonte intelectual está confinado a meter su jodida verga 
en el primer coño disponible que se les ofrezca;
de acuerdo -dije-, lo que tú digas, ahora bien, 
¿vamos a echar un palo o piensas pasarte toda la puta noche 
hablando de lo estúpidos y desagradables que somos los hombres?
en ese momento la tipa se levantó
¡métete el dedo, puto borracho de mierda! -exclamó-
arrojó la botella de cerveza al piso y cruzó el cuarto hacia la puerta
y abrió y desapareció en la noche dando un portazo al irse;
como tengo ya una poca experiencia en este rollo de las mujeres
no me sorprendió demasiado la conducta de aquella tipa;
en realidad me quedé pensando que ella tenía razón
los hombres somos unos cerdos egoístas que sólo tenemos
una cosa en la cabeza día y noche: coger a la primera que se deje
(hay algunos que presumen de que su caso es distinto
de que ellos ante todo buscan en la mujer un ser afín
para contar con una compañera en la aventura de la vida bla bla bla
esos hijos de puta se la dan con queso incluso a ellos mismos
y se tienen tan creída su propia ficción caballeresca que a veces 
llegan al extremo de permitirle a su mujer dejarse follar 
por el amante en sus narices y hasta le pasan una servilleta para limpiarse);
a la mañana siguiente eché un vistazo a mi correo
-sí, adivinaron, esa noche me masturbé al quedarme solo y me dormí-
encontré un mensaje de la ninfómana y mojada diciendo
que no entendía cómo había podido yo tratarla con aquella indiferencia
no haber sabido entender que ella sólo quería recibir un poco de atención
encontrar una mano dispuesta a ofrecerle un gesto amable;
que suponía que mi mala actitud había sido producto de mi borrachera
y estaba dispuesta a volver a mi cuarto aquella noche otra vez
¿me parecía bien que nos viéramos a la misma hora de ayer?

querida ninfómana y mojada: ¿por qué no te inscribes en algún sitio de poetas
y contactas con alguno de esos seres luminosos, afables y bienaventurados
que te puedan verter al oído todas esas putas palabritas pedorras que tú quieres oír?

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