lunes, 24 de septiembre de 2018

no es lo mismo comérselo a tu mujer, que comerse a tu mujer


leí en el periódico
que un tipo de san antonio, texas
mató a su mujer y cortó su cuerpo en varios pedazos que
guardó en un cajón frigorífico dentro del
garaje

y que, a lo largo de las siguientes 3 semanas
y aprovechando su trabajo en la cocina
del lonely star chili supreme and bar-b-que
-un paradero de camiones en la interestatal 10
situado a poca distancia de su casa-
el fulano había utilizado las 120 libras de que constaba la humanidad de su media naranja
para preparar la receta de los chili con carne
-plato que, servido con cebolla y jalapeño a la parrilla
es la especialidad del lugar y el preferido
de la clientela que lo frecuenta, sobre todo
traileros, camioneros, viajantes de comercio y uno que otro
autoestopista trasnochado-

seguía diciendo la nota
que el fulano había justificado la ausencia
de su cónyuge ante familiares y amigos
contando que ella había acudido al tibet
en viaje de peregrinación al encuentro de
su mandala interior profundo
-una explicación no del todo traída por los pelos
tomando en cuenta la docena de churrotes de maría que acostumbraba recetarse diariamente
la desaparecida-

y que probablemente habría sido considerada como definitiva -la explicación-
de no haber sido por la suspicacia de cierto bobby "ballena" griffith
veterano camionero de boulder, colorado
que transportando 20 toneladas de langosta desde miami a las vegas
al pasar por san antonio se detuvo en el lonely star chili supreme
y llamó al 911 tan pronto como concluyó
que un anillo de matrimonio de oro de 18 kilates ensartado en un pedazo de falange

"no era el tipo de ingrediente que uno esperaría encontrar en un puto plato de chili con carne"




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