miércoles, 15 de noviembre de 2017

las mil y un huevo de noches


cuando mi chica se va a la cantina
emputada conmigo por mi falta de ambición
mi incapacidad para encontrar trabajo, mi empecinamiento
en mantener la idea de que tarde o temprano
alguien publicará mis poemas y entonces me volveré famoso y rico
-¿a qué idiota se le ocurriría publicar esa mierda, pinche pendejo?"-
cuando se va, digo, a la pinche cantina
encabronada y medio alcoholizada y echando pestes
furiosa, más que conmigo, con ella misma
por no ser capaz de mandarme a la chingada de una puta vez
y en lugar de estar malgastando los mejores años de su culo
con un tipo huevón que vive del cuento y de lo que puede extorsionarle a su anciana madre
se busca mejor un cabrón con dinero que pueda ofrecerle una vida desahogada;
cuando se larga, entonces, esta mujer violenta y borrascosa
a la cantina, rabiosa y desesperada porque otra vez ocurrió
lo que ocurre cada puto fin de semana que los dos cogemos el pedo
o sea: que se acabó la puta cerveza y se acabó el puto dinero
-y apenas es viernes a las 11 pm y ella tiene 25 y el cuerpo le pide más alcohol-
y entonces, por lo tanto, a pesar del gran amor que ella me tiene
a pesar de que soy su adoración y ella no podría vivir sin mí
por lo visto, sin embargo, no le va a quedar más remedio que recurrir al plan b
o sea: ponerse la mini y los tacones y largarse a la cantina a ver si por casualidad
encuentra alguno que le quiera invitar los tragos;
cuando se larga, en fin, meneando el culo detrás de esa puta mini entallada
y desaparece dando un portazo y dejándome solo allí en el apartamento
despatarrado y medio borracho y triste en el sillón
inundado por un jodido sentimiento de fracaso y humillación
ocasionado por la rudeza de que soy objeto por parte de la mujer a quien amo
por la deslealtad que me demuestra, por su flagrante incomprensión
-"eres demasiado viejo para escribir esas pendejadas tan cursis que escribes"-
me digo que ya estuvo suave, que esta vez fue la última, que a chingar a su madre;
que la muy puta no vuelve a pisotear mi dignidad con sus desplantes
y que cuando aparezca de regreso de su juerga dentro de dos o tres días
y toque a la puerta para que la deje entrar
sólo abriré para arrojar su maleta a la escalera
y decirle en su puta cara que lo nuestro acabó, que se busque a otro pendejo que la aguante
y que ya no quiero verla más

pero cuando ella, en efecto, regresa
de la cantina dos o tres días después de haberse largado
y toca a la puerta y grita con voz aguardentosa
"¡abre la puerta de una puta vez, hijo de la chingada!"
yo me apresuro, pese a todos mis firmes propósitos de rechazarla,
a abrir y dejarla entrar sin hacerle un papelito,
más que nada por evitar el escándalo y la deshonra pública;
la recibo, eso sí, con arrogancia y frialdad
alejándome ostentosamente de ella todo lo que puedo para no tocarla
y cubriéndome la nariz como si la peste que exhala fuese insoportable
-en realidad siempre arrastra un tufillo a pastilla de jabón de hotel de paso-
"prende el puto calentador para darme un baño, ¿quieres?"
"nos cortaron el gas y también el agua"
"eres un puto inútil de mierda, no sé para qué vergas sigo contigo"
"respecto a eso, mayra, hay algo que quisie..."

cuando mi chica -ya acabo con esto, no se impacienten-
regresa de la cantina tres días después de haberse ido
y yo estoy por fin a punto de emitir la fatal sentencia que escindirá nuestros caminos para siempre
-incapaz ya de seguir soportando el abuso emocional que ella me inflige
el estrés psíquico que me genera su errática conducta, la profunda desolación
en que me hundo cada vez que ella penetra en los abismos de la noche-
la muy cabrona, que las ve caer,
abre su bolso y saca un puto billete de 500 y me dice:

-toma, villa, vete por unas putas cervezas y tabaco y luego echamos una buena culeada

y así yo vuelvo a quedar embaucado por sus malas artes, como si ella fuera scherezada
y yo aquel pendejo sultán que nunca tuvo los huevos para deshacerse de ella





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...