jueves, 8 de junio de 2017

violencia doméstica


para no variar, mi chica volvió alcoholizada a casa a las 4 a.m.
andaba cayéndose de culo al piso de tan borracha que iba
la mini le colgaba del cuello como un exótico souvenir hawaiano
las bragas le arrastraban enganchadas de un tobillo
la boca le apestaba por lo menos a dos prepucios distintos
pero se molestó conmigo porque le hice un par de preguntas
¿de dónde vienes?
¿con quién estabas?
se encabronó como si la hubiera cogido del pelo y arrastrado hasta la calle
sólo por dos pinches preguntitas que le hice
y empezó a echar espuma por la boca
como linda blair en el exorcista
-nomás le faltó girar la cabeza-
"¿estás insinuando que soy una puta, cabrón?"
se paró frente a mí con los brazos en jarras
al estilo de la "mujer maravilla"
-una mujer maravilla en pelotas y con fuerte aliento alcohólico-
su coño maravilloso todavía escurría un hilillo de semen
"¡quiero que vuelvas a insinuar que soy una puta, hijo de la chingada!"
me encogí de hombros
mejor no dije nada (total, ya se la habían cogido)
eso terminó de desquiciarla
salió del cuarto hecha una furia
pero a los diez segundos ya estaba de vuelta armada con la escoba
se me tiró encima
comenzó a golpearme con la escoba hasta que rompió el palo
entonces cogió el teléfono y marco al 911
"¡quiero reportar un caso de violencia intrafamiliar!"
oh, el fin del mundo
dos minutos después llegaron las pinches patrullas
tres o cuatro patrullas con todas las putas luces encendidas
sólo faltaba la guardia costera y los de swat
media docena de gendarmes entró a la casa
el intrépido comandante ramírez se hizo cargo de la situación

¡aquí ramírez reportando a base 
tenemos un sujeto masculino de edad mediana y aspecto maricón
sangrando profusamente de la cabeza 
existen indicios de que intentó agredir
a mujer joven y desamparada de veintitantos
ella se encuentra en estado de shock, desnuda y asustada
lleva el coño rasurado y la falda en torno al cuello como un collar hawaiano
procedo a efectuar revisión de inmediato!

entonces ramírez fue a lo suyo
ramírez el terror de los borrachines callejeros
ramírez el azote de las pelanduscas
uno de sus esbirros me esposó
otros dos sujetaron a mi amada de los brazos a fin de que ramírez
pudiera llevar a cabo la consabida revisión
simple rutina
ramírez la revisó del coño
y de las tetas
luego le ordenó agacharse para revisarle el culo
ella obedeció sin rechistar
-siempre tan respetuosa de la ley-
le puso todo aquel culo a ramírez
ramírez desenfundó su escopeta como medida de protección
¡nunca sabes de lo que es capaz un culo!
de pronto la escopeta se le soltó de las manos a ramírez
se escuchó un gemido
la escopeta parecía estar viva y pugnaba por entrar en el culo de mi nena
ramírez parecía haber perdido el control de la situación
su escopeta lo tiraba hacia adelante y él veía con impotencia y angustia
cómo el cañon terminaba incrustándose dentro del trasero de mi nena
todos eramos testigos de la forma cómo su propia escopeta
parecía manejar al pobre ramírez a su antojo
mi mujer por otra parte se comportaba con absoluta ecuanimidad
un aire de resignación la cubría
incluso se había agachado aún más como si pensara
que con ello atendía mejor al cumplimiento de la ley
¡su espíritu de cooperación ciudadana en verdad rayaba en el heroísmo!
entretanto ramírez sudaba ya la gota gorda
¡aquella diabólica escopeta lo mantenía literalmente
atornillado al culo de mi bella cónyuge!
la tensión en el cuarto se incrementaba por momentos
los minutos se sucedían preñados de una exasperante lentitud
yo empecé a perder la fe en ramírez
¡aquella puta escopeta no daba señales de ir a aflojar sus ímpetus perforatorios!
miré perplejo a mi alrededor
¿por qué ninguno de aquellos tipos ayudaba a ramírez
a sacar la escopeta del lugar donde había ido a incrustarse?
dos de ellos estaban cerca de él pero solo se contentaban
con mirar a ramírez y acariciar sus respectivas escopetas
en un momento dado fui sacado de la casa y metido a una patrulla
cinco o seis polizontes hacían fila para entrar a la casa
dos de ellos ya bebían cerveza
nadie me creyó nada cuando conté mi historia en la comisaría
¡ramírez nunca había cometido un solo fallo en toda su carrera!
me encerraron en una celda
fijaron mi fianza en 5000 pesos
si no pago son seis meses por violencia doméstica
si reincido ya no salgo
tengo derecho a visita conyugal los viernes
subir un poema a internet diariamente
y a meterme un dedo por el culo
cada que se me dé la puta gana




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