viernes, 13 de mayo de 2016

la melancolía de los años perdidos


de vez en cuando viene a verme
al cuchitril donde ahora me paso recluido
la mayor parte de los días y las noches
-solo, medio ebrio y desencantado-
algún viejo conocido de los tiempos
en que solía andar puteando de cantina en cantina
y recorriendo en un destartalado nissan del 78
-con la suspensión jodida y los limpiaparabrisas descompuestos-
todos aquellos terregosos caminos que conectan
entre sí los distintos desolados pueblos
que se ubican en un radio de 50 kilómetros
del puto rancho de mierda desahuciado y sin nombre
donde vivo actualmente
-¿qué cuentas, pinche villa?
-nada, cabrón, lo mismo de siempre
-¿nos chingamos una de tequila?
-pos ábrela, total...
luego, por lo regular
nos ponemos a recordar nuestras viejas hazañas
de borrachos putañeros medio degenerados
cuyo único motivo de felicidad consistía
en ser capaces de aguantar tomando alcohol una semana
y luego poder estar en condiciones de cogernos
a alguna putita adolescente de las que entonces todavía
se hallaba uno a puñados en cada tejabán, cantina o choza
dispersas aquí y allá a lo largo de cualquier vereda
y que por 20 pesos se abrían de piernas
y no te tomaban el tiempo que tardabas en cogértelas
ni te hacían un puto escándalo si por accidente
terminabas ensartándoles el culo
-¿hace cuánto que no echas un palo, pinche villa?
-más de un año, cabrón; creo que me estoy volviendo puto
-nomás no se te ocurra cogerme si acabo muy pedo, hijo de puta
-pos quién sabe, cabrón; en una de esas se me pone tiesa y te clavo
el último que vino a verme
fue mi compadre charli, recién desempacado de sacramento, california
a donde tuvo que emigrar hace más de 30 años
después de embarazar a micaela, su noviecita de 14
para que no lo machetearan los hermanos de la susodicha
y que allá en california, cuando ella cumplió los 18
se casó con micaela, tuvo 2 hijos más con ella
se divorció un tiempo despúes, se volvió a casar con una negra
tuvo otros 3 hijos, se divorció, se quedó sin casa,
se quedó sin un puto cinco, le dio cáncer de próstata, se quedó impotente
y ahora está de regreso en el pueblo con una pensión de 800 putos dólares mensuales
que piensa gastarse en alcohol para dedicarse a tomar
"hasta que empiece a escupir el puto hígado por la boca"
-¿te acuerdas de aquella puta con la que viviste 10 años, pinche villa?
-¿la beti? murió el año pasado
-¿sabías que la beti me la llegó a chupar algunas veces
durante las borracheras que nos poníamos en tu casa?
-eso te lo estás inventando ahora mismo, hijo de la chingada
-no quería morirme sin decírtelo antes, pinche villa; por nuestra amistad
-eres un puto cabrón hijo de la chingada
¿voy por otra de tequila?
-pos ya qué
me dieron ganas de decirle a charli
que a micaela yo me la cogía cuando él se tuvo que largar huyendo a california
y que cuando ella se fue del pueblo para casarse con él
ya iba embarazada de 2 meses de su segundo hijo -el sietemesino-
y que ella siempre me dijo que ojalá algún día la fuera a visitar a sacramento
"porque la verga de aquel pendejo está de risa, pinche villa"
pero no le dije nada, porque yo sé bien
que hay algunas cosas que es mejor callarlas

porque no hay amistad que las aguante


1 comentario:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...