lunes, 18 de abril de 2016

LA MONSTRUACIÓN DEL BLOG CABRÓNIDAS. FACE CABRÓNIDAS CAZARNOSO.

No existe nada en el mundo que arrastre a tantas masas de gente y que las tenga tan profundamente idiotizadas. Cuando aparece en televisión bate récords de audiencia con diferencia. Y no estoy hablando de la Super Bowl, ni de los juegos olímpicos, ni de la final del mundial de fútbol, ni de la final de la liga de campeones, ni de la Eurocopa. Su poder de convocatoria es tal, que cuando comunican que él y toda su infraestructura van a ir allí donde sea, toda una enorme turba de subnormales sin personalidad se movilizan cual marabunta. Y no estoy hablando de los Rolling Stones, carcamales y decrépitos; ni de AC/DC, auténticos a más no poder pero repetitivos como el ajo; ni estoy hablando de la putilla de plástico de Lady Gaga, ni del puto mocoso de Justin Bieber, ni hablo de cualquier detritus creado por el márquetin para que malgastes la pasta, no. Al fin y al cabo, el que la tenga, que se la gaste en lo que le salga de las pelotas. El que es tonto de baba, lo es con y sin billetes.


Hablo de él; de ese viejo mezquino y mentiroso. Hablo del malnacido más cabrón e hipócrita que te podrás echar a la cara y cuando abre la boca para vomitar sus malolientes excrecencias, lo hace respaldado y en representación de la empresa multinacional más vieja y poderosa del mundo. Pero no toda la culpa es suya, no. Ni toda la culpa es de la empresa de indeseables retrógrados a la que pertenece. Porque la culpa también es tuya, que eres un fanático, un fiel, un devoto, un creyente, un dogmático sin cerebro al que ya de pequeño tus padres programaron y te comieron el coco día a día para que cometieras sus mismos errores. Además, el demonio es astuto e inteligente y se manifiesta en varias formas. En la televisión, el maligno por analfabetismo asumido sin molestia es Belén Esteban; en el fútbol, el innombrable por showman frustrado y prepotente consentido es Mourinho. A veces es Rajoy y otras veces David Bisbal, sobretodo cuando entona las notas más altas y las fosas nasales se le dilatan como si fuera un gorrino.


Pero cuando se muestra al mundo en su forma verdadera no engaña a nadie. O acaba por engañar a todos.


Pero a mí no. A mí no me engaña. Solo quisiera tenerlo cerca para poder escupirle.




Regurgitado Por Cabronidas @ 11:55

2 comentarios:

  1. No me gusta demasiado la televisión. Algunas películas entretienen.

    Bs.

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  2. A mí la tampoco. El cine me gusta mucho. No sé qué tiene que ver tu comentario con el artículo. Amapola, a menudo, como comentarista, me haces alucinar. :)):)):))

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