domingo, 10 de abril de 2016

gay a los 70


acabé mal
acabé como una puta araña fumigada
trémulo, resacoso, medio muerto
acabé sin un puto peso y sin el reloj
sin el iphone, sin el cinturón versace
acabé sin acordarme de nada
o casi de nada, porque entre la bruma alcohólica
que inundaba mi cabeza me acordé
de que se llamaba yesi
acabé en pelotas sobre la desvencijada cama
de un cuarto maloliente en un hotel de putas
-"lo bueno es que aquí pagas por adelantado"-
acabé poniéndome la camisa al revés
bajé las escaleras, salí a la calle
caminé dos cuadras hacia arriba y de regreso
y luego caminé dos cuadras hacia abajo
-pero de mi puto carro ni sus luces-
entré al hotel y hablé con el tipo de recepción
"llegaron a pie, tú y el cabrón que venía contigo" me dijo
y se le notaba que hacía un esfuerzo para no reírse;
volví a la calle, miré a la izquierda, miré a la derecha
el cielo gris, la luz del alumbrado público desvaneciéndose
en la menguante penumbra del amanecer
"¿el cabrón que venía conmigo?"
una idea comenzó a perfilarse entonces
en medio de la confusión mental que me embargaba
"¿me habré pasado toda la puta noche
culeando con un cabrón hijo de la chingada?"
de repente me acordé de la faldita que llevaba yesi
me acordé de los besos sabor a fresa agria
que me daba mientras le agarraba el culo
bailando pegados en la pista mal iluminada del congal;
me acordé del tacto rugoso de su lengua húmeda y carnosa
contorsionándose como una víbora dentro de mi boca
-y de su voz curiosamente áspera-
me acordé cómo nomás entrando al cuarto
ella se había puesto de culo sobre la cama
se había subido la falda
se había apartado el hilo de la tanga color rojo que llevaba puesta;
me acordé que entonces yo me saqué la escopeta
apunté al agujero y me dejé ir hacia adelante
y enterré la estaca hasta lo más profundo
"¿y si el puto agujero no era el que yo pensaba?"
acabé emprendiendo a pie el trayecto de regreso a casa
era domingo y había poca gente en la calle
la resaca me nublaba ligeramente la visión
los gemidos de yesi al embestirla se reproducían mecánicamente
en alguna parte del neocórtex de mi cerebro;
llegué a casa, abrí con la llave de repuesto que guardaba
abajo de una maceta sembrada con marihuana
y me fui derecho al baño a pararme bajo la regadera
"nunca es demasiado tarde para volverse puto" pensé

y luego me hice una paja con la mano enjabonada


1 comentario:

  1. Nunca es tarde para ser maricón.... y si te gusta por qué no? muy bien villita besito

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...