viernes, 1 de abril de 2016

esperando que esto termine


soy un tipo amargado y solitario
que se pasa los días metido en un puto cuchitril
embriagándose con alcohol barato
mezclado con refresco sabor toronja
y fumándose cualquier hierba seca
que pueda envolverse en papel y humear;
evadiéndose de su jodida realidad
a través de la lectura compulsiva
de estúpidas novelitas policíacas escritas
por olvidados perdedores y otros maestros del género
masturbándose tres o cuatro veces por semana
para así reducir el riesgo
de ceder a la tentación de salir y violar
alguna pobre mujer en la madrugada
-y después de violarla quizás estrangularla y descuartizarla
y tirar los pedazos en sitios alejados entre sí
para dificultar el trabajo de investigación de los detectives-
un tipo al que ya no le queda
la menor esperanza de poder hacer algo con su vida
y que ahora se limita sólo a esperar
algo así como el surgimiento o llegada
de aquel insólito acontecimiento que por fin
hará precipitarse su cochambroso ser
y todo cuanto pueda contenerse en él
dentro del siniestro vórtice de la aniquilación total
acontecimiento que podría quizás tomar la forma
bien sea de un cáncer generalizado en la osamenta
atropellamiento por camión al cruzar una calzada
muerte por acuchillamiento abdominal
alguna madrugada volviendo borracho a casa
a manos de un psicópata asesino emboscado en la oscuridad
o simplemente tan sólo de un pequeño salto
en dirección al vacío, efectuado desde la azotea
del edificio de 6 pisos donde alquila un cuarto
un saltito dado sin pensárselo dos veces
donde pueda llevarse tal vez una lata de cerveza
y darle un par de tragos antes de quedar hecho mierda
contra el piso de cemento del área de parking
y tener también tiempo para contemplar el sol
ponerse sobre el horizonte, más allá del mar
y desde luego sentir cómo la brisa le despeina el pelo
e incluso oír unas notas de canción revolotear por el aire
música alegre, una cumbia, "muévelo mami, muévelo sabroso"
del tipo que le gustaba poner en las rocolas de los congales
hace años, cuando solía frecuentar esos sitios
para bailar con las putas agarrándoles el culo
noches enteras, huyendo de la soledad y el tedio
y la puta rutina gris de tantos días iguales uno al otro
que ningún poema, por muy realista que sea
logrará nunca reflejar en toda su infinita vacuidad


2 comentarios:

  1. mientras quede cerveza fresquita y queden historias para leer y escribir, y culos para agarrar, no creo que nos dejes jajajjaja

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  2. Y si me arranco sólo a decirte tremendo, y si me escuece el alma al leerte... tendrás que quedarte un rato más papito. Gracias por tus letras.

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