martes, 29 de marzo de 2016

las estrellas no mienten


en mi horóscopo de la revista "impacto" para ese martes decía:

hoy irás a la playa de costumbre a mediodía
y allí, tendida en la arena sobre una toalla de color verde esmeralda
no lejos de la ramada del bar neptuno
{sí, el mismo donde te has puesto hasta el culo de alcohol tantas veces}
encontrarás una hermosa mujer morena como de 22 tacos
ojos verdes, medidas brasileñas de 99-50-99
escasamente cubierta por un microbikini consistente
en una tira de color fucsia metida en la raja del coño
y en dos infinitesimales triangulitos del mismo color sobrepuestos
encima de sus enormes tetas, apenas ocultando los puntiagudos pezones
y la cual mujer, al percatarse de tu aparición
te guiñará un ojo a manera de invitación para que te aproximes a ella
y una vez a su lado pedirte con su sensual acento portugués
que le pongas aceite bronceador sobre la piel de la espalda
las nalgas, y las piernas respectivamente
petición que, desde luego, te darás prisa en cumplir
arrodillándote a su costado para comenzar a aplicarle el aceite
y además para disimular la tremenda erección que para entonces ya te habrá originado
poder contemplar desde tan cerca ese puto hilo fucsia
entremetido en la carnosa hendidura de la entrepierna de la puta tipa

tengo una fe ciega en los astros
de modo que en cuanto terminé de leer aquellas líneas
salté dentro del coche y conduje a todo mecate hacia la playa
donde, sin embargo, en toda la desierta extensión de la misma
sólo me encontré con una tipa gorda y cuarentona con cara de perro masturbado
que fumaba y bebía cerveza sentada no lejos
del punto señalado por el horóscopo

"¿estás sola?" le pregunté
"¿ves alguien más por aquí?" repuso ella
"busco una mujer como de veintitantos,
ojos verdes, un culazo de antología y unas tetas gordas como
balones playeros"
la tipa se me quedó viendo con su cara de perro
y entonces me alargó un ejemplar de "impacto" que sacó de su bolso:
"soy sagitario; échale un vistazo a mi horóscopo" me dijo

hoy irás a la playa de costumbre a mediodía
y allí, tendido en la arena sobre una toalla de color verde esmeralda
no lejos de la ramada del bar neptuno
{sí, el mismo donde te prostituyes cuando se te acaba el dinero de la quincena}
estará un irresistible muñecote de carne y hueso como de 30 tacos
ojos azules, cuerpo bronceado de centurión romano
vestido apenas con una tanga que permitirá adivinar
las gigantescas dimensiones de su artefacto copulativo
y el cual muñecote, al verte llegar
te dirá "hola" en un tono de voz profundo y seductor
y te invitará a sentarte a su lado para, después de unos minutos
de agradable conversación, confesarte
que lo has flechado y por lo tanto no le queda más opción
que preguntarte si aceptarías darle la oportunidad
de acompañarlo esa noche a pasar a bordo de su yate de 30 millones de dólares
una velada íntima, con cena en cubierta a la luz de las velas

le devolví la revista a la fulana y me encogí de hombros

ella le dio una calada al cigarro y entrecerró los ojos

"si por lo menos no estuviera tan gorda y tan vieja -pensé-
podría llevármela a la cama y cogérmela después de taparle
con una almohada la puta jeta de perro masturbado que tiene"

no quise ni imaginar lo que ella estaría pensando



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