S?Bado, 26 De Marzo De 2016
Una de las conversaciones más breves de cuantas se pueden imaginar, es aquella en la que el sujeto E entra al lavabo que está ocupado por el sujeto A.
—¡Eh! —exclama el sujeto A cuando, al tiempo que caga, se abre la puerta del lavabo.
—¡Ah! —replica el sujeto E cerrando la puerta inmediatamente para así no ver a un tío cagando.
Por razones comprensibles, el sujeto A y el sujeto E piensan: "Puta y jodida Semana Santa".
—¡Eh! —exclama el sujeto A cuando, al tiempo que caga, se abre la puerta del lavabo.
—¡Ah! —replica el sujeto E cerrando la puerta inmediatamente para así no ver a un tío cagando.
Por razones comprensibles, el sujeto A y el sujeto E piensan: "Puta y jodida Semana Santa".
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