jueves, 15 de enero de 2015

SARCO LANGE

siniestra el orgasmo




¿te imaginas haber querido ser animal/ pero serlos de verdad/ bestias atroces así pelo mojado hediondos a grasa bajo el llanto de los tejados?

porque aquí nadie cree exista sólo uno/ es cosa de verse las manos
y contar cada palco que se nos viene abajo
    mientras deshacemos
    la indulgencia de las blusas
    ahí/ en esos garajes con pulmonía
    donde comienzan todas las conversaciones
    o que nos declaremos presos del orgasmo
    como la fiebre aftosa que habita cada tronco
    cada hueco
    cada fractura
    de la piel
    cuando se rompe
    por ponerse a callar
   
    no sé/ sernos de verdad asustados animales
    los animales mueren rápido
    y la tierra está llena
    de animales muertos

                          ordeña el hombre púbico
                          su vicio sagrado
                          cuando comienza
                          a embrutecer 

ser animal/ traernos a casa/ la codicia de los bosques/ pero no esos de árboles y matorrales
no
los otros bosques
esos que no existen en el mundo
porque viven tantos bosques
como pechos desatentos
por volar

pechos que se abren y distraen
de bosques
que no resisten
más

someterse al desamparo
de las lenguas dormidas

someterse a la amarga diplomacia
de un cuerpo aniquilado

someterse despacio
que las espinas clavan

y a los disparos que se cargan como ojos
en la rotura boreal de los espejos
cuando la cara y el hambre y sus ratas
duelen

y quedan allá atrás
en la habitación del pánico
junto al jardín

¿pero te imaginas haber sido animales,

olerse en la miseria y la manía
para poder por fin reconocer de dónde tanta muerte
en el tan poco?

cavar fosas en la trastienda de una casa enorme
                                               enorme de crecer 

prender el agua para cerrar el gas
extraviarse de calles y vestuarios
como hienas calientes
corriéndose en el borde
de una puñalada

nidos y nidos y nidos
y más plumas

que un poema es también un soplo de vida eterna
que se esconde debajo del abrigo
y más abajo

pero llevamos la ropa vacía hasta que inventamos la taquicardia de los peces
yo te puedo decir que amanecí mejor de lo que mañana amanecerá mi torpe y absurda rebelión
que las costillas me crujen cuando respiro
porque respirar también es desprender las algas de un recuerdo
y así/ como si nada/ ¡como si nada capullo!
aparece el sueño y el cansancio
en una mujer con los hombros despellejados
por el frío

y montarme en un avión
de esos que dibujan con insecticida
figuritas en el cielo
sólo para escribir que hallé una nueva Biblia
escondida entre los labios
de una boca
que se mea sin piedad:


MANDAMIENTO NÚMERO ONCE HALLADO EN EL EVANGELIO DE LA DESESPERANZA 

"no trajinaréis la memoria del hombre apabullado"


que las mejillas
son recipientes pálidos
que atrapan el llorar
cuando te vulnera la presión
aunque ya lo sabes,

que son duros duros/ los que escriben poesías
deben ser duros duros
beber whisky en toneles de varios litros
quitarle con los dientes
el filtro a los cigarros
en la izquierda un Ducados
en la derecha un peta paraguayo

duros los muchachos
te los imaginas mandando caritas por wasap?

no/ los que escriben poemas
ni creen en el amor
ni en la piedad
ni menos en las luces encendidas
sabes por qué no?
porque tienen la boca rígida
de tanta pena

tiesa igual que un pañuelo
repleto de semen

quieren morir de cirrosis
pero con unos Ray Ban oscuros y aviadores
adentro del cajón

y además porque son duros

duros como la musa
de sus terribles poesías

son asquerosamente duros los hombres
y las mujeres tiernamente duras

ellas van con un adagio
por pestañas

ellos
con pestañas
por musas

ellos
y duros
tan duros que si los ves quitándose las uñas con un alicate
te dirán que
o están aburridos
o es un simple acto poético
porque son duros como la escarcha del insomnio me sigues?
pero no

créeme
no son duros

no son ni remotamente duros
ni duras

SON COBARDES

COBARDES
Y HUMILLADOS

entonces yo
al menos yo
hablo por mi
entonces yo
porque así lo dictamina lo que ya no está
elijo dejar caer al suelo la vajilla

mira así la dejo caer:

imagíname sosteniendo entre las manos una docena de platos y me observas detenidamente a los ojos buscando el origen de mi comportamiento y me miras y sigues mirándome y yo con los platos en las manos/ temblando/ y también te miro pero prefiero mirar muy afuera y más allá y tanto más allá que cuando ya la situación se vuelve insostenible abro violentamente los brazos y la vajilla cae feroz y caprichosa en las baldosas y el estruendo es magia/ la magia esquirla
y cada vez que te mareas 
yo me recuerdo echado sobre el pasto
queriendo los años pasar
como un beso escupido
desde una boca ácida
que nació para correrse en libertad
 

al menos a mí
me basta y me sobra
el desconcierto

ok
ok

no animales

pero no vayas a decir
pájaros por favor
pues podrías fulminar
la inmortalidad
con esto que se me atora en el hombro
mientras miro la distancia que hay
entre esta cabaña del sur de Chile
y el mar
cuando ha llovido

que por animales que no fuimos
esta noche es una pésima noche
   ojalá nunca te venga lo que nos vino
   regando con saliva
   trescientos robles
   con trescientos perros ladrando atrás
   y que no están

   pero que están 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...