siempre hay un poco de mierda

en alguna parte dentro de nosotros
mientras dormimos, mientras andamos en bicicleta
o nos quebramos la cabeza intentando resolver
de una puta vez la conjetura de goldbach;
y mientras las palabras de este poema
se acomodan en mi cabeza
un pedazo de mierda circula por mis tripas
buscando la luz al final del túnel;
y cuando tomas la mano de la mujer que amas
y la miras a los ojos y el corazón te brinca en el pecho
y le confiesas que sin ella el mundo es un lugar gris
la vida una tortura y las estrellas simples pedruscos incandescentes
aun entonces guardas en tu vientre
tu propio pedrusco de materia fecal;
y si tu amada sonríe al oír las hermosas palabras que le dices
y sus dientes parecen perlas engastadas en un rubí
y por un momento llegas a creer que se te apareció la vírgen maría
no te olvides nunca: esa mujer carga dos o tres kilos
de mierda pura en los intestinos;
tal vez se desnudará entonces para ti
y sus pechos enhiestos conmoverán el último cimiento de tu alma
y harás el amor con ella y sentirás que cruzaste 
la frontera final más allá de la eternidad:
aun en aquellos lejanos lugares
la mierda conjunta de los dos serpentea por sus vientres
y en una urgencia podrían incluso hasta cagar la blancura
de esas prístinas e inmaculadas regiones;

tú me preguntarás qué caso tiene
inmiscuir el tema de la mierda en estos asuntos de alta alcurnia
y me dirás tal vez que soy un hijo de puta amargado
que sólo busca degradar la belleza de las cosas
y que seguramente alguna mujer me mandó a la mierda hace poco
por lo que ahora me consuelo pensando en estas porquerías;
y es posible que haya algo de cierto en eso
ultimamente no las traigo todas conmigo
padezco un desamor pertinaz que me causa insomnio
y de rebote ideas suicidas y estreñimiento
me paso largas horas sentado en el puto baño
mirando como idiota la pared de azulejos blancos
a veces pienso en las razones por las que acabé en esta situación
y mis ideas se mezclan en un torbellino:
mi amor por aurora, sus piernas flacas
mi desesperanza, la falta de sueño
la mala digestión de los amantes despechados
hace un rato no pude terminar de cagar
y pensé "la puta mierda se quedó a vivir para siempre en mi cuerpo"
luego salí del baño y abrí la compu
y escribí la primera frase de este poema
y después inconteniblemente todas las que siguieron
como si las arrojara por el culo

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